Odio primavera, y también verano, los rayos del sol me queman, me impiden mirar con detenimiento tu rostro,
aquel rostro que he soñado ya varias veces, pesadilla o anhelo, no puedo
sacarte de mi cabeza.
Odio la forma en que me tratas,
tan cariñosa y al mismo tiempo tan distante, tan cálidamente hermana, y tan
fríamente amorosa.
Odio sentir tu cercanía y no
poder abrazarte, tenerte entre mis brazos solo el día de tu cumpleaños, solo el
día en que tu tristeza es mayor que nuestra amistad.
Odio quedarme tan cerca de tus
labios, al darte un beso y que sea en la mejilla y no en esa boca que con tanto
ímpetu deseo.
Odio tener que tragarme las
palabras de amor que quisiera decirte en muchas ocasiones.
Odio mirarte y saber que tu
corazón es de otra persona, te miro a los ojos y… odio observar esa luz que
radiante emanan al estar tú con él. A veces, me odio a mi mismo por el hecho de
no ser feliz al verte feliz. Pero no me puedo engañar, odio la forma en que me
vuelves a mirar… como si yo fuera tu hermano.
Odio no poder sentir como tal el
sentimiento del odio, pues mi animadversión hacia todos los impedimentos,
incluso hacia ti por llamarme amigo, no es lo suficientemente fuerte, como
tampoco lo es el amor que aunque escondido, se presenta en mi corazón.
Es por eso que ahora me pregunto,
si debo llamarle odio u amor, lo más seguro es que estoy mezclando sentimientos…
y es una mala combinación.
me encanto dani simplmente waooo
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