sábado, 24 de marzo de 2012

Pequeño poema que nació de tu mirada.

Buenas noches amigos, espero que este sábado haya sido grandioso para todos ustedes, en esta ocasión como parte del tema libre de esta semana, decidí publicar este pequeño poema que  broto desde  lo mas profundo de mi alma, espero que les guste y que sigan teniendo un excelente fin de semana.

Corres, te escondes, gritas, lloras,
plasmas perfección,
tus ojos ardientes principian el fuego de sueños, ideas y lujuria,
piel divina, rosal de espinas que hiere, sangra y embrutece,
suavidad de mi dureza,
juego de luna en mis noches de sequía,
ríes, gimes, te elevas,
valle de anhelos húmedos que habita mi locura,
mirada desnuda de ensueños y delicias,
veneno que a mis labios agobia,
hueco de sombras en primavera,
inefable caricia de lagrimas,
noche serena que abandona mis desvelos,
suspiros de campos infinitos,
épico recuerdo que aviva,
en ti mi existencia se detiene y
en tus ojos la negra noche del sueño se extiende.

viernes, 23 de marzo de 2012

Recordar...


La habitación era un tanto oscura, pero no importaba, para lo que estaba pasando dentro de ella no hacía falta que hubiera tanta iluminación. Era un hecho que agradeceríamos la poca luz que proporcionaba el tenue brillo de la luna y de dos pequeñas velas colocadas en la mesa, que no recuerdo haber encendido.

Tú te encontrabas es un extremo de aquella habitación, con la preocupación inyectada en los ojos y un miedo que te paralizaba el cuerpo entero. Yo, al otro extremo de esta, en el suelo con el hombro izquierdo recargado sobre la pared blanca que aquella habitación tenía el placer de contar.

La escena había sido atroz, tanto que llegue a olvidarla nadamás con tocar el suelo. Lleve mi mano derecha a mi pecho, a la altura del corazón en un vano intento por detener la sangre que manaba a borbotones de aquella herida grande y lo bastante profunda para que doliera a un grado tal que no soy capaz de describir. Mis ojos dolían y estaban inyectados de sangre. Respiraba trabajosamente y con cada exhalación sentía que se me iba la vida. El sudor se combino con mi sangre y dolía por cada poro por el que transpiraba. Luchaba por mantenerme conciente pues la debilidad me agobio y por momentos luchaba con tratar de escupir la sangre que se acumulaba en mi boca provocándome una extraña sensación de placer al probar mi propia sangre, pero que impedía el paso del aire a mis pulmones haciendo la labor de respirar casi imposible y dolorosa.

La noche nos amparaba, pero eso no te importaba, seguías en tus pensamientos y cavilaciones sin saber que hacer o que decir. Si acercarte a mi o mantener el margen que se había impuesto, y odiabas esa situación. Llorabas en silencio. Lo sé por que cuando alce la mirada para comprobar que seguías en la habitación lo percibí. Cuando la sangre formo un pequeño charco junto a mí y en el que yo aseguraba morir, por fin tomaste el valor y te acercaste. Detuviste tus pasos junto a mí y me miraste con tanta compasión y suplica que me odie por ello.

-No te preocupes…estoy bien-Te dije con dificultad y después de soportar una horrible punzada en el pecho producto de una herida que se negaba a permitirme continuar.

-¿De qué hablas? ¡Estas sangrando! ¿Cómo puedes decirme que no me preocupe?-Dijiste casi gritando y con las lagrimas rodando de tus ojos.

-Relájate, no voy a morir…confía en mí-Dije con una sonrisa que no pude mantener por qué de la comisura de mis labios broto un poco de sangre y tuve que escupirla, agregando otra mancha roja en aquel piso color marrón.

Comencé a sentir que me desvanecía. Poco a poco perdía la conciencia, mis ojos se sentían pesados y respirar se volvió aun más doloroso que pensé en dejarlo de hacer para que doliera menos. Alce mi vista hacia ti y vi tu miedo y tristeza posarse en tu mirada. Tus ojos se veían tan tristes que por un momento olvide el dolor de mi herida y me enfoque en la herida que yo te haría tras marcharme. Mi visión cada vez se fue apagando. Escuchaba tu voz llamándome, tus gritos desesperados pero no podía verte. Todo se torno negro y por inercia cerré los ojos.

-¡Hey, despierta!-Dijo mi hermano moviéndome un poco. –Se te hará tarde ¿Oíste?-Dijo para después salir de mi cuarto.

Abrí los ojos por completo y comprobé con asombro que me encontraba en mi habitación. Me levante con un poco de molestia, lo cual era lógico, mi hermano me había despertado de uno de los mejores sueños de mi vida y yo, por inercia sentía fastidio por la abrupta interrupción “Solo un sueño” pensé y sonreí al recordar con tanta facilidad cada detalle de él. Sentí la sangre en mi boca y su sabor me invadió por completo. Una pequeña punzada se poso en mi pecho y me lleve la mano a él para tranquilizar el dolor, pero al hacerlo me di cuenta que tenía una cicatriz en el lugar donde tenía la herida en mi sueño. Por un momento estuve en shock pero después la alegría llego a mí.

-Creo que después de todo no fue un sueño-Dije a nadie en particular y sonreí. –O tal vez fue un sueño bastante real.-Pero aquellas afirmaciones poco importaban pues ahora contaba con una hermosa marca que para mi…solo representaba…felicidad…

Bathory. Ø.

lunes, 19 de marzo de 2012

Estoy Como Nunca. P4. "Todo comienza en el silencio"

"Después de todo, la alegría es un préstamo, no nos pertenece."

Mario Benedetti / Vivir Adrede

Habían pasado casi 10 meses desde ese 28 de Julio. No soy del tipo de persona que lleva una cuenta perfecta sobre día, año y hora exacta de los acontecimientos maravillosos que me suceden. Me resulta mejor guardarlos en la memoria, que se archiven y de vez en cuando sacarlos a dar un paseo por mi mente sin previo aviso.

Habíamos hecho ya muchas cosas juntos, aunque a decir verdad el estaba en el último año de carrera, Licenciatura en Arquitectura. Con todo esto de su ultimo año, habíamos podido hacer viajes pequeños, de un fin de semana, a varios lugares donde revisaba las fachadas, planos y supervisaba obras. Para hacer estos viajes con él a veces tenía que mentir sobre que estaba con Mariand en su casa, acampando, haciendo tareas “difíciles” o simplemente de pijamada. Mariand era un ángel y unas secuas que vigilaba cada uno de mis movimientos, al final ella lo único que quería era verme sonreír por ese chico.

En un viaje a Puebla, visitamos la catedral, donde aprendí todo esto: su arquitecto fue Francisco Becerra, su construcción comenzó en 1575 y término en 1649, su estilo está definido en Herreriano, Neoclásico Barroco y está declarada como patrimonio de la humanidad. Todo esto con lo que los acabo de ilustrar me lo dijo él, me contaba todas las cosas que sabia y me explicaba hasta el mínimo detalle.

Esta posiblemente era la magia que él tenía y yo no podía comprender. Habían pasado como 5 años de mi vida cruzándome con cualquier simio que ni siquiera tenía la delicadeza de decirme porque se retrasaba cuando quedábamos de vernos. Pero él, él tenía toda la intención del mundo de hacerme ver cosas que ni siquiera sabía que existía, nuestros temas de conversación eran amplios, mis teorías y su experiencia, lo caballero que podría llegar a ser cuando se lo proponía, ese cabello tan despeinado siempre, despreocupado del tiempo y de lo que sucediera, su cabello se veía tan libre de problemas. Había una cosas más, mirarlo, con tan solo mirarlo, bastaba para saber que le pasaba si estaba triste, enojado, preocupado, aburrido y hasta para saber cuánto me quería, para todo eso me servía mirarlo.

Esa noche después de recorrer la cuidad, comprarnos algunas cosas, cenar e ir a beber a un bar de moda. Regresamos al hotel, decidimos bañarnos y ver una película. Eran las 4:00 am aproximadamente, y tuvimos una plática bastante interesante sobre si amar y querer era lo mismo. Llegamos a una conclusión: Querer =  deseo de algo y Amar = tener amor.
 Al final fue inevitable, sus besos se habían convertido en mi mejor droga, me hacían sentirme aquí y ahora, el pasado sobraba y el futuro ya no me preocupaba. El principio fue el silencio. Recorrer todo su cuerpo. Conmovedor. Exasperante. Módico. Horrible. Nostalgia de un ensueño. Así todo, para que negarlo, hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio. Las maravillas y las impurezas emergen repentinamente del olvido y se introducen sin permiso en nuestro asombro…

AURA (:

Partes anteriores:

Parte        1           http://cazadoresideas.blogspot.com/2011/11/estoy-como-nunca-parte-i.html

Parte 2 http://cazadoresideas.blogspot.com/2011/12/estoy-como-nunca-terminar-para-comenzar.html

Parte 3 http://cazadoresideas.blogspot.mx/2012/01/estoy-como-nunca-p3-y-que-quede-claro.html

Rarezas

A veces solo quisiera saber que piensa tu mente, quisiera saber que escondes dentro de ti y que todo fuera mas claro para mi, hay veces que solo quisiera que me dijeras que nada pasara y que siempre tomaras mi mano para que así no me caiga. 

La situación es que no puedo hacerlo y me desespera no poder hacer las cosas y saberlas, no saber que sucede y no poder hacer nada por ello. Es algo así como sacar ideas de algo que no sabes si sucederá o solo se quedara pasmado en esas ideas. Es como aquel sueño donde me sentía falta de vida y llegabas a mi lado y me decías que todo estaría bien que ahí estarías cada que lo necesitara, en seguida desperté llorando, llorando porque no estabas cerca de mi y sabia que eso jamás pasaría. 

Quisiera poder tener el valor de verte y besarte con locura sin dejarte, poder enredarme en tu cuello y hacernos uno mismo entre cada beso y locura, quisiera poder hacer eso, pero he de ser tan cobarde y no lograrlo. Quisiera que tomaras mi mano como antes lo hacías, quisiera decirte que estoy dispuesta a dejarlo todo por ti, pero la pregunta es ¿tu lo harías? Es una lucha que perderé cientos de veces y un día terminare cansada de tanto esperar por ello.

xoxo
L.


domingo, 18 de marzo de 2012

El ejército del sol

Hola muchachos hoy les traigo una linda prosa que he creado estos días, sin más preámbulo disfruten de "El rincón del zorro"


La tierra se abre con estruendo en medio de todo lo que alguna vez quisiste. Miras con terror cada sueño y cada logro ser devorado por las entrañas de un abismo negro. En derredor miras a tus contemporáneos correr y martirizar sus sentimientos con la inútil autocompasión que hace presa a todo ingenuo que ve comprada la vida, que la siente segura y se entiende como su dueño absoluto... que ingenuo es pensar que se tiene dominio sobre algo tan complejo como la vida, que error tan carente de humildad. 

La ignorancia poco a poco rechaza lo que edificamos y el MIEDO nos convierte en sus esclavos. Lo sabe, es consiente, se regodea del poder que tiene pero su dominio no radica en la tierra temblando ni en el fuego que consume y traga la piel de cada condenado, sino en la incapacidad del humano para dominar sus sentimientos, para frenar la descarga hormonal y pensar que a veces hay más situaciones que pelear y que huir.

Miras al cielo y parece estar cayendo a pedazos, parece desplomarse sometido al mismo reino de terror que se extiende en cada centímetro de  lo que antes fueron praderas y montañas y que hoy se han reducido a yermos campos y huesos apilados. El cielo sangra, el cielo llora, el cielo simplemente se rinde ante un mundo que carece de sueños y cuyo único empuje es lo abyecto del nuevo soberano. El cielo lamenta la caída de la fé, el cielo simplemente se entrega sin reservas a la beligerante y pervertida naturaleza del hombre que sabe que sus actos quedarán impunes.

El último ejército de valientes se planta a lo lejos, y sus refulgentes armaduras esconden su frágil desnudez, haciendo un poco más estrecha la brecha de su duda, que si bien, es sólo una, es más grande que la sumatoria de todas las demás. La victoria no es una posibilidad, es más bien la terquedad de tonto, es más bien el capricho de un  necio. Sus piernas y sus pasados tiemblan, saben que pronto perderán su función, pues a donde van dejarán de ser necesarios. Sin embargo, la clave no son las piernas, no son las espadas ni son las terribles fuerzas a las que se enfrentan. La clave son los ojos.

Los ojos de esos hombre traducen no sólo voluntad, sino fiereza. Esa diminuta escritura en un idioma olvidado que reside en pupila e iris de cada humano cuenta historias épicas de batallas titánicas y glorias infinitas, historias donde la ignorancia y el prejuicio son vencidos, historias en las que el tambor de la concordia y el clarín del amor se alzan en un himno terrible que abate toda señal de muerte, toda señal de odio y de infelicidad. Por eso los rostros de cada miembro de ese ejército conjuga el honor y la valentía que fulgura en sus miradas con una amable y sincera sonrisa, porque saben que a pesar de que, sin duda, la niebla del Hades cubrirá sus ojos, igual tendrán el privilegio de exhalar el último aliento al lado de sus hermanos y gozando de un valor que su enemigo no conocerá por el resto de la eternidad: EL HONOR, el Honor de dejar el corazón en cada cosa que se hace, el honor y la alegría de hacer lo que se predica.


PD: Dulce, te dedico este escrito a modo de celebración por tu cumpleaños.

Semana 4.7: Cacería libre

Atendiendo la moda de dividir por la mitad las series televisivas, nos tomamos un descanso para echar la hueva  como se debe y regresar para mantener viva esta ventana de expresión. 
Les tenemos una sorpresa ENORME, un cazador invitado nos ha hecho llegar una serie de escritos y he decidido publicarlos respetando su petición de anonimato. Estén pendientes de las publicaciones de este Cazador Perdido.

Así que... conocen la dinámica, Tema libre, Letras libres y usualmente buenos escritos. 

Disfruten de esta cacería de Ideas.