sábado, 1 de junio de 2013

Soy un ser humano

Al parecer yo concluiré la semana jeje pero mañana empieza un nuevo tema y espero que les agrade.

Mientras espero que les agrade
el siguiente poema, que es de los más recientes que he hecho :)

SOY UN SER HUMANO

Soy un ser humano
mí creación no fue en vano,
un ser pensante, no para ser cantante
pero sin duda, si para hacer arte.

Soy un ser humano con sentimientos
nacimos destinados a grandes retos
crecemos con emociones
y maduramos con experiencias,
de grandes sensaciones.

Un ser humano que tiene un corazón latiendo,
una persona que ha llegado a tener miedo,
tener temor no es ser cobarde,
al contrario, todos tenemos valentía
 como una llama que arde.

Al igual que todos he sentido tristeza,
lágrimas derramadas y pereza,
he tenido malos tiempos,
e incluso he pronunciado rezos.

Cuando hablamos de amor,
también incluye dolor,
pero soy un ser humano con corazón,
al igual que muchos he perdido la razón.

Y con esto llego a la conclusión
confía en una ilusión,
pues somos seres humanos que sentimos,
más perfectos no somos…

Azteca <3

El Príncipe y la Princesa.


                                        El Príncipe
 y
                                 La Princesa



Había una vez, en una tierra lejana, una bella y joven princesa. Su edad pintaba apenas entre los 20 o quizás y hasta 21 años. En realidad era una princesa muy hermosa, tan hermosa que alguna vez se llegó a decir que era la mujer más bella de todo el reino y hasta en ocasiones se decía que era la más bella del mundo entero.

A pesar de que su belleza era indescriptible y su presencia era dominante, tenía un gran problema. Un problema del que había estado atada toda la vida; un problema de extrema atención en el cual sus padres, los reyes, habían solicitado ayuda a todos los magos y videntes de aquel lugar y todos sin excepción alguna no habían dado la correcta solución a ello. El gran problema era que la princesa nunca había sido feliz y jamás había podido sonreír.

Al mismo tiempo en aquel reino, existía un joven. Un muchacho no muy simpático, pobre, tímido y retraído. Nada que ver con los regulares príncipes que ocasionalmente osaban en visitar al rey para pedirle la mano de su hija la princesa. A pesar de sus nada atractivas cualidades, el era muy risueño y enamoradizo en exceso. Aquel muchacho de una edad que no rebasaba los 21 años era panadero. La gente le llamaba más por su apodo que por su nombre. Le solían decir: “El raro panadero enamorado”.

Una noche en serena quietud, el joven panadero se había enterado que la princesa cumpliría años en los días venideros. Uno de los grandes amigos del panadero, se animó a darle la noticia de la fecha al muchacho.

- ¿Pero como es que puedo impresionar?- preguntó el panadero con limitadas ilusiones mostrando su mandil corroído por las manchas de el trabajo en exceso.- Hay demasiados tipos por ahí alardeando su riqueza, sus reinos, su dinero y hasta su galanura.- comentaba el muchacho en tono resignado y desilusionado- Eso es simplemente absurdo.

-Pero lo sabes bien, ella no es feliz. Le hace falta algo-  comentó su regordete amigo- anímate ya, haz algo...No se- buscó por el lugar si de milagro encontraba un objeto que le ayudará a ejemplificar su invitación- ¡hazle un obsequio!

-No amigo- el muchacho decepcionado continuó amasando la harina y recortando figuritas para hacer galletas- eso no sería bueno, te aseguro que me rechazaría.

- vaya- puntualizó el amigo gordinflón en ironía- ya vi que jamás podrás cumplir tus sueños y mucho menos el mayor sueño del que se que tienes- abrió la puerta de la panadería anunciando que su salida era inminente- el estar con la hija del Rey.- jaló el cerrojo y justo antes de salir comentó sin razón alguna- solo hazlo con amor.

La noche pasó con frialdad. El joven sabía que era su oportunidad; sabía que a lo mejor el podría hacer que la princesa fuera feliz. Pero ¿Cómo lograrlo?

En su cama rota y enmohecida por los tantos años en los que había dormido en ella, el joven pensaba una y otra vez si sería una buena idea hacerle un obsequio a la joven princesa; y no solo eso, si no qué objeto utilizar para hacer un buen y merecido detalle.

La cabeza se le quebró toda la noche. El sueño se le había espantado y en consecuencia caminaba por toda su habitación pensando en el comentario de su amigo. “solo hazlo con amor”.

A continuación de unas tantas horas en insomnio e ideas después, se le ocurrió pensar bajo la luz de la panadería que yacía sola.
La mesa de amasar, sola y sin ingredientes estaba puesta justo en medio de la sala. El horno, en el fondo de la misma, inundaba el aire de un perfume de mezclas que, indudablemente serian de ayuda para que el joven se le hiciera un nudo en la panza a lo que se le adjudicaba de una idea. Una loca idea que podría ayudarle en su intento por conquistar a la princesa.

De un saco tomó harina, la esparció por la mesa de trabajo. Tomo unos cuantos huevos, mantequilla de primera calidad, jarabe de tres leches, azúcar, levadura, un poco de leche condensada, mousse de guanábana, crema para batir, lo recubrió con ganache de chocolate blanco y le agregó el ingrediente perfecto y exacto, el ingrediente que jamás había usado en la vida, el ingrediente que le da vida a lo seco y cambios a lo acostumbrado…le agregó Amor.

Un día después.

-y ¿Cómo le pusiste de nombre al…”pan”?

-Le puse, Pastel- le contestó convencido el chico- un rico pastel de chocolate blanco.

-mmm…- su amigo comía a bocados grandes una rebanada del dichoso “pastel”- así conquistarás a la princesa- era tosco al masticar-  y de paso a tus futuros suegritos.

La risa fue a gran escala, el joven se decidió a comer una rebanada y con gusto lo saboreo.

-Hoy  cocinaré uno y  ese será para ella. Mañana es su cumpleaños – señaló con su dedo índice a lo alto de el reino donde se hallaba el castillo real. Mucha gente se movía de un lugar para otro. El panadero suponía que el ir y venir de la gente era por los preparativos de la celebración del día siguiente, pero a pesar de todo, el chico estaba decidido a hacer la proeza de ir y entregarle lo que, al menos el creía, sería la solución a lo que sufría la princesa.

Al día siguiente.

El “Raro panadero enamorado” estaba hecho un manojo de nervios. Su vestimenta era de lo poco mejor que tenía. Apenas unos harapos limpios y telas que olían a césped fresco, un peinado poco usual le hacia ver sin gran chiste y ni el dinero le alcanzaba para portar con dignidad unos zapatos buenos y de categoría. Aún así, tomó aire, agarro el pastel de chocolate blanco, lo envolvió en papel de estraza, al mismo tiempo tomo una hojita de papel en la que había una pequeña notita, la que colocó en el exterior del papel de estraza y pronto salió con seguridad de su panadería.
    
Al viajar por las calles de la ciudad, vio que ya mucha gente se reunía en el castillo. Desde lo lejos era imposible visualizar si la princesa estaba lista, pero a el no le importaba si ya estaba apta para la ocasión, si se había puesto algún tipo de maquillaje o herramienta por el estilo. Después de un tiempo en caminata se detuvo ante un comentario que escuchó de entre los gritos de la gente.

-Según dicen que viene con un gran regalo- comentaba una señora  que miraba al castillo con interés- y con el regalo sanará la princesa.

- ¿En verdad lo crees?- preguntó la otra señora con tono de preocupación- que sea verdad. Esperemos que sea verdad.- argumentó con expectativa- Lo que sea que le tenga de sorpresa el Príncipe Azúr, tiene que ser la solución.

El Panadero se paralizó ante tal comentario. Había una amenaza que estaba latente en aquellos instantes. Había un competidor que al igual que él estaba dispuesto a ofrecerle una solución a la princesa y hasta ¿Por qué no? Ganarse el corazón de la misma y el favor de los reyes.

<< ¿Retroceder?>> - pensó en si el panadero- <<No. Tengo que hacerlo. Tengo que ganarme su corazón>> - Argumentó seguro de sí- << Es ahora o nunca>>. De pronto, muchas trompetas y címbalos resonaron justo entre las calles de la ciudad anunciando que Azùr Príncipe, estaba llegando con una buena comitiva de seguridad.

Al panadero le temblaron los pies y se le aceleró el corazón, pero no desistió. Opto por tomar una ruta alternativa en la cual quizás y llegaría a tiempo antes que su adversario. Optó por correr y entrar a espaldas del castillo. Quizás y ese sería un buen atajo, y así lo fue. Se vio impedido a veces por que tenía que escalar unas cuantas rocas erizas. Pero pronto y a salvo llegó a la cumbre del castillo en donde estaba la habitación real y justo a un costado la habitación de la princesa.

Su entrada fue fácil ya que la habitación tenía una vista panorámica de todo el reino al aire libre. Sacó el pastel de su bolsón. Con sigilo y cuidado en sus pisadas lo colocó en la repisa de una fuentecita que estaba justo en medio de la recamara. Ajustó la notita en el papel de estraza y suspiró con éxito.

De pronto se escucharon unos ruidos en la puerta de la habitación. El panadero sin dudarlo, se dirigió al lugar de donde había ingresado. <<! Si me ven aquí me matarán!>> - pensó.

Con rapidez en sus movimientos se deslizó por las cumbres del patio trasero del castillo, corrió a toda prisa en dirección al gran jardín donde se celebraría el tan esperado cumpleaños de la hermosa princesa.

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Algo abrumada por los invitados que ya estaban preparados para la celebración, la princesa entró a su habitación con cara cansada y ánimos muy bajos. Cada día la esperanza de encontrar una buena y merecida solución a su problema, era nula. Se había cansado de recibir tantas invitaciones a probar la felicidad ajena con algún príncipe altivo ò deseoso del reino, que en verdad el desánimo era parte de su vida diaria.
Caminó en dirección al pasillo contiguo de su habitación pero en su intento descubrió que había algo nuevo e inusual en su pequeño viaje. Miró con cuidado un paquete que estaba cubierto por un papel café. Al mismo tiempo observó una hojita de papel que estaba sujeta por unos lazos pequeños.

Dudó en tomar el paquete, así que sólo tomó la pequeña notita en sus manos. La abrió y leyó:
“Un hermoso obsequio para una hermosa princesa”
(Por favor princesa, abra el paquete. Después, de la vuelta a esta nota.
Las instrucciones están al reverso.)

 -¿Instrucciones?- la duda que expresaba la princesa era anormal, aunque la palabra obsequio hizo que su interés se volcara hacia una buena expectativa.- Veamos de que se trata- dijo interesada.

Rompió el empaque con fuerza y decisión; el papel cayó con gracilidad y muy pronto descubrió que se trataba de un pan. Un pan decorado con crema y así mismo con unos cuantos dibujos elegantes y llamativos. Se veía  vistoso y antojable a la vista. Lo que más le llamó la atención fue ver que en este mismo pan estaba escrita con crema una leyenda que rezaba: Feliz cumpleaños “Princesa Roxane”.
      
Algo extraño hizo que en su corazón se empezara a desarrollar una loca palpitación.

Rápido desdobló la nota que tenía en la mano y leyó:

Se llama “Pastel”, y si…se come.
Si quiere ser feliz coloque unas cuantas velas arriba de él y
Préndalas; después pida un deseo (el que sea), aspire un poco de aire y pensando en el  mismo deseo sople sobre ellas. La tristeza se ira con ese leve pero seguro suspiro.
Después coma de él y se dará cuenta que a cada mordida y saboreándolo,  la dulzura le alegrará y su sonrisa no cesará”.

Se extrañó  al ver aquella invitación. Dudó un poco. No era para nada seguro. Aún así la princesa tomó unas velas que estaban al lado de su cama. Las prendió, las puso sobre el dichoso pastel, dudó un poco, tomó el suficiente  aire y…

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El panadero había llegado justo a tiempo para el inicio de la ceremonia, algo cansado
del viaje a pie que había hecho. Miró con inquietud a la explanada principal y vio que los reyes estaban platicando con el vocero y a lo mejor, le estaban dando indicaciones.

- ¡Los reyes saludan al Príncipe Azùr!- gritaba a todo pulmón el vocero.

Sin saber de donde, la princesa había entrado en escena. Estaba justo al lado de la reina y a su parecer estaba algo fatigada. Nadie prestó atención al hecho ya que el príncipe Azúr caminaba con esplendidez y absoluta personalidad. Toda la gente lo miraba anonadada.

Para empezar saludo al rey con respeto y decoro,  continuó con la reina a la que le dio un par de obsequios y terminó con la princesa a la que saludo con un ligero beso en las mejillas.

- ¡El Príncipe Azur anuncia!- grito de nuevo el vocero.

- La tristeza y el desanimo no deberían de ser parte de una dama tan hermosa.- gritaba el príncipe dirigiéndose a toda la gente que ponía atención- Bien he sabido que la princesa aquí presente a estado sola y en completa tristeza- señaló con seguridad a la joven- y para la sorpresa de todos y de ella misma he venido con buenas noticias.

De pronto, muchos de los súbditos del Príncipe Azúr se acercaron  con muchos obsequios que cargaban en las manos. Todos los obsequios se los acercaron ante la familia real y aún más ante la princesa.

- No solo he venido a entregarle estos maravillosos regalos- gritaba el príncipe con alegría en lo que metía su mano a uno de los bolsos de su vestimenta. Enseguida sacó del mismo una cajita de oro- Si no por esto- abrió la cajita y se dejó ver en la misma un anillo de oro que brillaba con fuerza.

Enseguida el príncipe Azúr tomó la mano de la princesa con una mano, y con seguridad, en la otra mano agarró el anillo de oro.

- Yo se que la felicidad esta a la vista y estoy seguro que esta es la medicina.- se hincó ante la princesa y entonando la voz le propuso- Cásate conmigo.

El reino entero se quedó paralizado y callado ante la excelente propuesta, El silencio se hizo total. Todas las miradas de la gente estaban totalmente puestas en la princesa y todos los oídos en su voz.

El silencio precedió un acto inimaginable. La princesa se quedó viendo al príncipe Azúr con seriedad, pero de pronto cambió su actitud y su gesticulación, no aguantó más y sin aviso sonrió y rió naturalmente.

El reino entero estalló en júbilo al ver que la princesa había encontrado la tan esperada solución, todos menos un joven que miraba con atención, todos menos el “Raro panadero enamorado”.

Sin ánimo alguno, el panadero dio media vuelta y se dirigió con paso lento a la salida del jardín principal.
                       
<<No lo probó>>- pensaba con pesimismo- << o es que quizás fue solo una vil manera de pensar que mi cariño especial, y amor único hacia la princesa eran la verdadera solución…todo fue un error>>.

-¡La princesa anuncia!- gritaba el vocero con potencia en la voz.

El príncipe Azúr continuaba en rodillas. La princesa aun sonreía y continuaba con la mano extendida. El reino entero volvió al silencio y la princesa abrió la boca.

- Lo siento Príncipe Azúr- gritó a tono femenino- no puedo aceptar su propuesta. Mi felicidad y mi sonrisa se las debo a otra persona.

De alguna parte del castillo corría un sirviente trayendo consigo un paquete Café y redondo. Cansado y sin aire llegó a la explanada principal. Enseguida le dio el paquete a la princesa, la princesa lo tomo con sus manos y exclamó.

-Exijo que el responsable de este pan se presente ante mi presencia.

El muchacho panadero se detuvo en su caminar. Se petrificó ante el requerimiento de la princesa y en lo que volteaba a mirar a la explanada vio entre la multitud a su amigo gordinflón, el cual se acercó a él con una rosa en la mano y le propuso: -Si de algo sirve, llévale esta rosa.

-Lo probó- le dijo el panadero a su amigo- pero ¿Y si me acerco y me hacen algo?

-Maldita sea.- le respondió su amigo- ¡VE AHORA!- le gritó a viva voz y por des fortunio todo el reino escuchó la orden.

Toda la gente miró al panadero con expectación, el mismo chico tomó la poca seguridad que le sobraba y caminó con miedo en dirección a la realeza. Con vacilación subió las escaleras de la explanada y cuando llegó ante la princesa le dio una rosa y en tono bajo le dijo- Disculpe, mi intención era buena, la mejor.

 La princesa lo miró altaneramente, levantó una ceja, le guiño un ojo en complicidad y se dirigió ante el público presente.

-Este joven y la magia de éste pan me han hecho olvidar la tristeza y tener la verdadera felicidad- el público no lo podía creer, y mucho menos el muchacho que estaba al lado de la princesa. La joven tomo la mano de el panadero y exclamó- si bien me hiciere en responder una pregunta le concederé una petición, la que sea.

El panadero estaba al borde del desmayo. Jamás había estado ante la presencia de la princesa, solo la conocía de lejos pero ahora que la veía a escasos centímetros era como ver a un ángel. Sus ojos cafés, su cabello negro y perfectamente alaciado, su piel blanca, su figura como ninguna, su cara perfectamente delineada, sus pómulos enrojecidos y sus cachetes chapeados. En verdad era imposible dejar de verla, era perfectamente hermosa.

-¿Qué tipo de magia o ingrediente usó para quitarme tan mal oprobio?-  le preguntó la princesa.

Todo mundo estaba en silencio, el joven miró a la chica que estaba enfrente y con titubeos le respondió- Amor, utilicé amor.   

La princesa volteo a ver al panadero, le sonrió con una sonrisa esplendida y angelical. Se acercó a él, lo tomo de las manos, lo miró con ternura y con voz dulce y normal le dijo:- Y con ese mismo amor, serás pagado.- la princesa no lo dudó ni un segundo, se acercó al muchacho y lo besó.

El reino entero se sacudió en un loco frenesí de júbilo. El rey estaba feliz y su esposa la reina también. El príncipe Azúr caminó en dirección a la salida del reino y desapareció.

-Y bien- se dirigió la princesa al panadero con tono tierno y dulce- ¿Que es lo que vas a pedir amor?.
El panadero no soportaba el loco latir del corazón, sonrió ante tal pregunta y respondió:- Estar contigo por toda la eternidad.

Se abrazaron los muchachos y a la princesa solo le bastaba hacer una afirmación más.

-Ahora ya no serás más un pobre panadero, ahora eres el príncipe de mi reino y el de mi corazón.

El reino estalló de nuevo en gozo, las paredes retumbaron ante el hecho de que la princesa era feliz y que el “Raro panadero enamorado” ahora pasaba a ser “El príncipe feliz y eternamente enamorado”.

Fin de la primer historia del reino lejano llamado "Por Siempre".




viernes, 31 de mayo de 2013

El libro

Jamás pensé que lo nuestro pasaría a formar parte de las historias más hermosas y asombrosas de todas. Creí que como todas las veces tu serias una simple persona más que conocía y pasaba de largo por mi vida. He pasado tanto tiempo tratando de descifrarte, de colarme en tu interior y averiguar que te hace tan especial y que tienes exactamente que me provocas sensaciones, recuerdos y momentos que jamás llegue a pensar tendría con alguien.

Parece ser que no has descubierto que me gusta mirarte, que escribo mejor cuando estoy contigo, como lo hago ahora. Me gusta sentarme ante tu escritorio y pensar que es mío, que es aquí donde una gran historia comenzara. Dejarme llevar por la fragancia que desprende tu habitación, símbolo de que estas aquí y mirarte, mirarte detenidamente cuando estas prestando atención a algo más que a mí. Hoy tienes un semblante encantador, más que otros días y mucho más atrayente ¿Sera por la pose que tienes, tan relajada y sutil, tan casual e increíble, o sera por la desatención que me has prestado hoy, cuando normalmente estas encima de mi abrazándome y relatándome historias al oído mientras escribo, con el objetivo de hacerme perder el hilo y te atienda a ti con tiernas muestras de cariño? No tengo idea porque sera pero hoy te encuentro un encanto singular ¿Es acaso la dicha de sentirte cerca, la felicidad que ha inundado mi ser o los latidos de mi corazón que solo palpitan con tu voz?

Verte sobre la cama con una total y completa concentración leyendo ese libro, aquel que no sé cómo se llama ni de que se trata, me tiene en un hechizo. Tal vez sea porque hasta hoy no te había visto leer cuando estabas conmigo ¿Sera el brillo que tienes en el rostro o esa aura tranquila que te rodea lo que no me permite apartar la vista de ti? Ahora, aquella historia que escribía se ha quedado sin un final, pues no pienso continuar, me he quedado sin palabras para escribirla. Mi mente solo piensa en ti y mi pulso comienza a acelerarse. Debe significar algo, aún no lo sé pero la sensación es satisfactoria.

Quédate así, por favor, quédate así en mi mente, en mi corazón y mi alma. Déjame admirarte una y otra vez y quédate conmigo. La imaginación vuela y he de reconocer que te imagino relatándome la historia de aquel libro, leyéndome con voz suave y tierna que acariciará todos mis sentidos. Mi cabeza estará en tus piernas y tu mano se deslizará por entre mi cabello como si trataras de llegar a mi corazón desde ahí y en mi pensamiento te diré “Ya has llegado a él. Con tu voz, con tu tacto, con tu aroma, con tu sencillez…con tu amor.” Y no podre soportar estar cerca de ti sin demostrarte cuanto me haces feliz, así que besare tu pierna de una manera tierna y dormiré antes de que te des cuenta y que termines la historia para tener un buen pretexto de que se vuelva a repetir esto mañana.

Tu risa me hace salir de mis cavilaciones y pensamientos. Y es que te encuentras mirándome por encima de tu libro, te percatas de mi distracción, de que he viajado a un mundo ajeno a este, a uno lleno de fantasías y delirios que me han hecho sonreír y lo has descubierto. Que en ese mundo al que viajo como en este, siempre estas tú. Me miras fijamente y mi alma quiere ir hasta ti. Pronuncias un suave “Ven aquí” y como si fuera un premio por el cual he esperado tanto, camino con emoción hacia la cama, me recuesto en tus piernas y miro tu perfecto rostro desde aquel ángulo. Te agachas y susurras en mi oído “Quiero leerte nuestro amor en miles de formas” y sonríes, pero antes de que regreses a tu posición original tomo tu rostro y te digo “Después de eso, lee en mi corazón el TE AMO que te grita en cada palpitar” y beso tu frente antes de caer en un mundo irreal, al que solemos llamar…tú y yo.
  


Bathory Ø.

NOTA: Yo sé que nadie entenderá la relación de la foto más que yo. No acostumbro subir cosas personales para mi [como es en este caso la foto], pero este escrito fue un regalo. No es relación, es inspiración y lo veas por donde lo veas, nunca podrás ver a través de mis ojos. T.A.M.H.S. 

jueves, 30 de mayo de 2013

TE QUIERO

No tendría mucho más que decir, pero aun así, no puedo callarme todo esto.  Te quiero demasiado, y aunque sé que tú también me quieres, sé que no es de la misma manera. La maldita diferencia entre esas palabras tan hermosas: te quiero mucho, y te quiero mucho. No son lo mismo. El primero es un cariño hermano, monótono, equivoco, lacerante de un lado, tierno del otro, como un cuchillo, yo lo tomo por la parte que corta y tu de la que queda. Yo sangro y tú sonríes forzadamente. No me quieres como yo a ti, ¡pero qué egoísmo!, tampoco estas dispuesta a perderme por completo. Nunca me dirás el segundo te quiero, el mismo que está a un paso del te amo, y a dos del beso infinito. Tu te quiero es uno y mi te quiero es otro, no son para nada compatibles; y sin embargo, nos lo decimos.
Sufro porque quiero sin pretender como tal el deseo del sufrimiento, sufro porque sigo buscando, algo que dentro de mí sé que no existe, sufro porque siempre rebasó la línea de lo lindo, de lo tierno, sin comprender que no es eso lo que busca, y aunque eso buscase, al rebasar esa línea cualquiera tiende a tener hartazgo.  Porque suele ser así, damos la espalda a quien más muestras de cariño y afecto nos ofrece, tal vez sintiendo seguro ese cariño, alimentándolo, irónicamente, con ese desprecio que mostramos. Y seguimos buscando felicidad en el sufrimiento, quien nos desprecia, buscamos su afecto. O tal vez eso solo me pasa a mí.
Sufro buscando hacer de mi felicidad la suya… cuando debo comprender que lo que ella busca, es seguir sufriendo.  
¿Es acaso que soy un mentiroso? Porque si en verdad tanto te deseara, sería feliz con tu amistad. Pero me engaño a mi mismo creyendo esa mentira. Soy infeliz, viéndote día a día, tu cabello,  tus ojos, tu sonrisa, tus labios, esos labios por los que moriría tratando de tocar, de aunque fuera tan solo una vez, besar. Soy infeliz sabiéndome tu amigo, tan solo tu amigo y con el límite de jamás pasar de ese bonito sentimiento, del cual yo declino en este caso, pues mi corazón me pide a gritos otra cosa, y no es amistad, es simplemente… amor.
Después de esto lo mejor será no volverte a buscar.  No sin antes decirte desde lo más profundo  de mi corazón: te quiero.


martes, 28 de mayo de 2013

La despedida

Las gotas de lluvia caen sobre mi piel, mis lagrimas se desvanecen, se van mezclando entre ellas y poco a poco se van borrando las escenas que juntos vivimos.

Ron y whisky me diste de beber, sabias que una despedida necesitaba una bebida.

Recuerdo tus ojos, tus gestos, me diste un beso y me dijiste:

“Extráñame lo suficiente para no olvidarme pero no lo bastante para buscarme porque tal vez no puedas encontrarme o aun peor no sea el mismo del que te enamoraste. 
Recuérdame como la última vez que me sonreíste y creías que lo nuestro jamás iba a tener un final.”

Al terminar de pronunciar aquellas palabras me susurraste al oído, en el mundo hay muchos amantes no hace falta uno más.

¿Qué me querías decir? ¿Qué eran aquellas palabras? 
Mi mundo empezó a tornarse negro y blanco a la vez, se volvió gris, no había más color. No estabas más tú.

Me encontraste perdida entre la oscuridad, brillaste como el sol resplandeciente en mi corazón y sin ninguna explicación te despediste ¿Dónde quedo el caballero que con aquel beso me salvo? Aquel que tomo mi mano y yo me sentía segura a su lado.

Sabía que había problemas entre nosotros dos pero dijiste que todo estaba en mi mente, que todo estaba bien,  que viviera el momento, mirara la luna, la nieve, las flores, las hojas de otoño, disfrutara del vino, la música y me dejara llevar por el ritmo de la vida. Me prometiste que ibas a estar a mi lado, que jamás me ibas a decir adiós.

Ahora me pregunto ¿Por qué confié en ti? Si todo se termina, todo acaba aun en los cuentos de hadas.

No importa a donde valla, a donde este, si es lejos o cerca y los días que pasen porque con ello los momentos que compartimos aparecen. El dolor es demasiado puro para esconder.

Ayúdame a entender porque estas en mi mente día y noche como dulzura y como tortura.

No tengo miedo pero ¿Qué hago con los pedazos de cada recuerdo?

Pienso que tal vez todo era un hermoso sueño del cual desperté y me encontré con la cruel verdad de que nada será igual.

Estaba dormida en un lugar donde como una niña imaginaba y me maravillaba pero la última vez que volví estaba sola, sin él.


lunes, 27 de mayo de 2013

mal otra vez...pero lejos y solo


solo como siempre lejos como nunca... pensando de nuevo en el pasado; pasado mas presente que nunca... cicatrices mas abiertas que una herida reciente y cinco números que habitan en mi mente... cinco números a los que agradeceré eternamente.

el 1 por hacerme feliz cuando creí que tocaba fondo, por que muchas veces me levanto del piso y me hiso volver a creer en la felicidad, también por que me enseño que ser feliz no lo es todo y finalmente por que me enseño que aun dándome toda esa felicidad de un segundo a otro puede volverme la persona mas miserable del mundo.

al 2 por estar ahí divertido y feliz, por parecer eterno, por no defraudarme nunca, por mostrarme el lado bueno y divertido de la vida y finalmente por mostrarme que nada es para siempre, ni siquiera lo que parece eterno.

el 3 por tenderme su mano y no dejarme caer al precipicio, por mostrarme que la vida sigue, por hacerme vivir una historia irreal, fantástica, que me hizo creer que los cuentos son reales por mas fantásticos que parezcan y mas importante por no atarme a algo que sabia que no podría vivir.

al 4 por hacer ese sueño realidad, por que después de tantas caídas supo no solo levantarme pero curar mis heridas.

al 5 por que desde que el conteo comenzó siempre estuvo aquí a mi lado, por que me mostro la luz de la vida, por que me hizo ver que la vida no es un destino si no un viaje en el que tu decides por donde ir, por que por mas negra que fuera la oscuridad jamás soltó mi mano y supo guiarme a través de ella, por que nunca me quito mi libertad, por que me demostró no solo uno pero mil motivos para vivir, por que me amo incondicionalmente, por que supo dibujar una sonrisa en mi rostro cada que lo necesitaba, por que no necesito levantarme cuando caí pues nunca me dejo caer... cada segundo que pasa pienso en un nuevo motivo para agradecerle a este numero pero toda la vida no me alcanzaría para escribir cada una de esas razones por eso solo me queda decir gracias.

5 números cada 1 un sinfín de recuerdos, enseñanzas, anhelos, esperanzas, cada 1 significa confianza, lagrimas, sonrisas, errores, daños, heridas, cicatrices, caídas, accidentes, risas, gritos, verdades y giros... giros repentinos que vienen sin avisar, que nos sacan de la burbuja en la que estamos... burbuja que nos revienta en la cara que nos humilla que nos hace volver atrás y vivir todo de nuevo.

la vida, una mierda que estamos obligados a vivir que nos obliga a comenzar la cuenta e ir pasando un numero a la vez dejando atrás un número a la ves con todas sus enseñanzas, errores, anhelos y alegrías.

mi numeración extrañamente solo tiene esos 5 números a los que les doy gracias.

esto no tendrá sentido para nadie y no espero que lo tenga pues mientras yo lo entienda todo seguirá como siempre, yo seguiré recordando estos mismos 5 números y viviendo el pasado mas presente que nunca, pues para mi el futuro ya no existe ya no quiero seguir, ya no puedo seguir así que regresare y empezare a contar de nuevo una y otra vez recordando todo aquello por lo que debo agradecer.

domingo, 26 de mayo de 2013

Poema: Dolor

Quiero compartir uno de mis escritos favoritos es de Allen Stravov

De una manera indirecta, pero gracias por contribuir con esta historia princesa, sabes que aunque todo parezca que se va perdiendo poco a poco, el amor que te profeso seguirá siendo siempre el mismo y aunque caminos diferentes has decidido que tomemos yo se que un día, no muy lejano, nos volveremos a encontrar y esta vez no se qué es lo que llegue a suceder con nosotros. Escribo esto, mi amada Carincci, para que algún día puedas recordar lo que dijimos y, si es que lo haces, poder vencer todo como es que un día lo hicimos. Hasta entonces princesa, no te olvides de mi…”


Sonrisa hermosa,
Divina silueta,
Son estas las cosas
Que me hipnotizaron de ti.

Muchos recuerdos conservo
De cuando fui algo para ti
Aquellos que con amor grabé,
En un especial lugar de este corazón.

Me miras con cariño,
Pero de cariño de ti no me basto,
Es el amor por ti el que me alimenta,
El que me mantiene aquí y me atormenta.

Tiernas sonrisas lanzaré,
Románticas frases haré,
Mientras en mi interior conservo,
Todas aquellas lágrimas que alberga mi alma.

Lo único capaz de controlar mi dolor,
Sería algo que eh deseado con ansias,
Algo que hace tiempo temí,
Pero que ahora con desesperación espero.

Divina presencia,
Temida por muchos,
Respetada por otros
Y deseada por mí.

Ven con tu fría ornamenta negra,
Acerca a mí esa arma de doble filo
Tamo en tus manos mi sangre
Y líbrame de este sufrir.

Llévame a los confines de la oscuridad
Esclavízame por toda la eternidad
Y al fin ahí hazme notar,
Los errores que en la vida cometí.

¿Acaso amar es un pecado?
¿Querer a alguien por sobre todas las cosas,
Es un error?
¿Debo estar arrepentido?

Si amar es un crimen,
Entonces me declaro culpable,
Prefiero vivir con esta sentencia
A vivir y nunca haberla sentido.

Grité y le pedí una respuesta,
¡Dame ahora mi sentencia!
Y dime ¿cuál es la penitencia
De este vivir?

Aquel ser neócrifo
Volteó ante mis palabras
Soltó una risa burlona
Y me reveló así mi pena.

-¿Una sentencia pides?
¿Acaso ese estúpido sentimiento
Nubló ya tu tormento
E, indirectamente, no te deja seguir?-

Mi mirada fue de desconcierto,
Aquellas palabras hundieron mi razón
Y mis labios temblorosos pronunciaron,
¿Qué es este dolor?

-¿Tanto tiempo llevas atado
A ese sentimiento encontrado
Y aún no sabes cuál es,
La causa de tu sufrir?-

-Un castigo me pides,
¿No es así?,
Pero no soy yo quien te atormenta,
Eres tú quien con tanto afán recuerda.-

-Hay una cosa peor que la muerte,
Más sanguinaria y vil, cuanto cueste,
Un sentimiento engañoso,
Y si es que no lo notas, lo más peligroso.-

-Una cadena te ata
A una persona en la tierra
Un lazo que mata,
Pero tú, aún así, a él te aferras.-

¿Cómo no eh de aferrarme a él?,
¡Si es por este que aún recuerdo a mi amada!
¡Es por eso que este corazón
Aún tiene ese amor por ella!

-Ese amor es tu tormento,
Tu delirio, tu maldad, tu perdición,
Es por ese lazo que estás aquí,
Pudriéndote ahora en este dolor.-

¡Ese amor es lo que me mantiene vivo!
¡Lo que me da fuerza y esperanza para seguir!
¡Mi futuro es ella!
¡Y lucharé todo lo que pueda para estar a su lado!

-¿Mantenerte vivo?
¿Qué no recuerdas en donde estás?
Tu clamaste mi ayuda y poder,
Además, tú ya no tienes futuro.-

-Patéticas palabras salen de tu boca,
¿Lucharás por ella?
Ella luchará por alguien,
Y lamento decepcionarte, pero no serás tú.-

-Tu corazón y alma están atados a ella,
Pero eso no es algo que a ella le interese,
Su felicidad es primero,
Y tú condena, después.-

¡Pero yo la amo!
¡Daría de nuevo la vida por ella!
Yo solo quiero su felicidad,
¿Porqué no puedo dársela?

-¡Pero no eres tú quien se la dará!
Paisajes oscuros y funestos
Escogiste tú contemplar,
Pero aquí no hallarás la dichosa felicidad.-

-Si quieres dejar de agobiarte,
Tendrás que seguir adelante
Y tendrás que dejar su recuerdo en eso,…
Un simple recuerdo.-

Pero… ¿acaso nunca más estaré con ella?
¿Tendré que destruir
Todo rastro de amor
Que alguna vez sentí por mi amada?

-Un ser como tú no sabe amar,
Ni siquiera tiene sentimientos,
Lo único que busca es matar
Y nunca tiene escarmiento.-

-Una maldición cargas,
Hombre y bestia eres,
Sanguinario animal de la oscuridad
Y estúpido humano banal.-

Pero el que beba sangre
No es cuestión para no amar,
Al contrario, nunca había sentido a este corazón
Con tanta fuerza palpitar.

Estar con ella es mi ilusión,
Por ella pierdo la razón,
Déjame ya por favor,
Seguir con este amor.

-Ve a lo que te llevó tu pasión,
Su amor, su dulzura, su traición,
Son cosas que ciegamente aceptaste,
Y que por ellas a la muerte misma te acercaste.-

-Hagamos un trato,
Te dejaré ir arriba de nuevo,
Y quiero que me demuestres,
Ese amor del que tanto alardeas.-

Mis ojos se cristalizaron,
Mi corazón ansioso gozaba,
Mis brazos anhelaban un abrazo
Y con una sonrisa cerré el trato.

La muerte es lo más sabio que hay,
Siempre dice la verdad,
Tales fueron sus palabras
Y todo se hizo realidad.

Ingenuamente creí
Que mi amor estaba más allá de la muerte,
Pero ahora con tristeza contemplo
Que es solo terrenal y un poco latente.

El amor no espera ni es consecuente,
Solo busca el beneficio propio,
Y lo más temible, lamentablemente,
Es que deja el corazón roto.

Triste y abatido
Busco el consuelo de la muerte,
La cual repudié por impaciente,
Y ahora, irónicamente, busco su piedad.

Con lágrimas en los ojos voltee a ver a aquel ser,
Lo miré desorientado
Y a la vez enojado,
Pero aún así, él no tenía la culpa de mi sufrir.

-¿Ahora comprendes lo que dije?
Créeme, ya muy lastimado estás
Y mi afán no es molestar,
Por favor confía en mí.-

¿Confiar en la muerte?
Que irónica situación,
Entregarme a ella,
Será mi única satisfacción.

-Entiende ahora tu postura,
No pierdas la cordura
Mírame a los ojos
y hazlo con esa ternura.-

-Espero que seas mi fiel ayudante,
Mi mano derecha,
Mi gran consejero,
Mi intimidante juez.-

-Con tu oscuro secreto
Y con mi poder y dominio,
Lograremos que todo ser
Se arrodille a nuestros pies.-

(continuara...)