Las vacaciones terminaron y esta semana regresamos con la cuarta temporada del blog. Me place seguir en este proyecto para continuar desquiciándolos con mis publicaciones de cada viernes, aunque esta vez se me haya complicado publicar ese día. Esta semana trataremos el tema de “Los quedados” y con este término me refiero a las personas que tienen amigos que a estas alturas ya están casados o tienen hijos a una corta edad, es decir, a los 21 años o mucho menos. Como siempre, abordare el tema como lo he hecho anteriormente y advierto que los comentarios que exprese aquí no son con el afán de ofender a nadie.
Todos seguramente tienen amistades que están en esta situación, que ya tienen hijos y están casados por diferentes circunstancias pero ¿Qué significa esto? Uno se pone a pensar en las situaciones que les llevaron a esas personas a aceptar tal caso. Y ante todo esto uno se pregunta si realmente esas personas, aquellas amistades de años con los que un día se compartieron experiencias, ideas y momentos realmente únicos bajo la vaga definición de “Compañeros de escuela” están felices con lo que están viviendo o solo lo aceptan por qué es lo único que les quedo por hacer.
Miles de preguntas se acumulan en la cabeza como ¿Por qué prefirieron formar una familia a esa edad en vez de terminar su carrera y ofrecer un futuro mejor y prometedor? ¿En verdad son felices con esa vida o solo simulan una sonrisa y alegría falsa al decir que es lo mejor que les pudo pasar en la vida? ¿Sera acaso envidia la que se siente porque ellos se atrevieron a mandar al demonio todas sus ilusiones y sueños por cumplir un rol que indudablemente poseerían en una época más adelante de su vida? ¿O es acaso coraje lo que se siente por ver destruidas las vidas de aquellas personas a las que un día se consideraron amistades importantes y que después de un largo tiempo de no saber nada se muestran ante los ojos con una familia que seguramente no figuraba en un futuro tan cercano?
Y esas preguntas jamás se responden y si lo hacen jamás se intenta indagar mas allá del asunto, pero el caso es si ante todo esto uno puede sentirse literalmente “Quedado” o no. Supongo que miles de personas piensan así, porque ven a aquellas viejas amistades con una familia y una vida que tal vez no sea la mejor pero esta, por así decirlo, completa. Y uno se muestra como en aquella época, matándose en la escuela para terminar una carrera y disfrutar de los logros que con tanto esfuerzo y sacrificios se consiguieron o se llegaran a conseguir. Entonces ¿Es mejor formar una familia y truncar la vida académica por cumplir con las nuevas obligaciones que se presentan con esto o seguir siendo un matado, estudiando a sol y a sombra para realizar tus sueños y después formar aquella familia que tal vez deseas, pero con la seguridad de que puedes conseguir y poseer todo lo que te propongas y aceptar a fin de cuentas que hoy en día eres un “Quedado”? Imagino cual es la respuesta de la mayoría.
Particularmente creo que es mejor considerarse un “Quedado” y demostrar después que no se es uno solo porque la mayoría de las amistades de la antigüedad ya tienen una familia a corta edad, porque al fin de cuentas después de terminar una carrera uno puede hacer exactamente eso, formar la familia con la que un día se soñó.
Bathory. Ø