martes, 20 de diciembre de 2011

Estoy Como Nunca. Terminar para Comenzar.

"¡Ay, en qué amor nos fuimos a meter"
Amores adúlteros...el final. /BEatriz Rivas y Feredico Traeger.
Eran las vacaciones de verano y yo había regresado a mi casa con el orgullo pisoteado por un chico en el centro comercial y esas cosquillas en la panza inexplicables después de sucedido algo maravilloso.
Después  que él se subió al auto, conduje como 15 min para llegar al café más cercano de la tienda departamental, todo el pequeño trayecto fue en completo silencio, el silencio más intrigante hasta este momento de mi vida. Bajamos de auto y como él fue el primero en entrar escogió una mesa bastante bien ubicada en la terraza. Llego la mesera y dijo:
-          Le tomo su orden.
-          Quiero un  expreso.
-          ¿Y para su novia?
Con una risita malvada dijo: Novia mía, ¿que deseas?  A mí se me hizo completamente absurdo pero mas allá de parecerme trágico parecía que el universo conspiraba en nuestra contra. Y me encantaba. Ese día recuerdo bien haber tomado una malteada de chocolate.
Platicamos cerca de cuatro horas en ese maravilloso café, miramos como el sol se metía y aparecía la luna frente nosotros como si especialmente ese día la luna fuera otra y se estuviera presentado con nosotros como si algo quisiera susurrarnos.
Les resumo: su nombre era Rodrigo Villegas, tenía 21 años, estudiaba Arquitectura, su cumpleaños era el 16 de enero lo que me decía que era un buen Capricornio. Tenía toda la personalidad de un líder, prudencia y paciencia; por el contrario tenía un aspecto hasta pesimista y ligeramente fatalista. Todo un capricornio. ¿Encantador no?
Ese día en mi pequeño lapso de bondad con él al ’aceptar su cita’ me di cuenta que llevaba 17 años mirando solo lo que yo quería, aceptando personas  nefastas y conformándome con lo poco que obtenía. EL me había hecho abrir los ojos en solo una cuantas horas. Aparte de toda nuestra platica comentamos acerca de libros, arquitecturas, monumentos y como yo no era una experta en el tema decidí escucharlo hasta cansarme [si es que eso lograba suceder], aprender lo mas que pudiera de su actitud y sus movimientos que lo hacían ver tan seguro de sí mismo. Por alguna inexplicable razón dos horas después de haber llegado al café yo también termine soltándole toda la sopa acerca de mi vida y algunas cosas más como mis sueños, deseos e ideales.  
Decidimos irnos pero no sin antes intercambiar teléfonos, mails y hasta unas cuantas miradas comprometedoras. Lo deje lo más cerca que él  pidió de su casa y yo regrese a la mía con un sonrisa que la última vez que había tenido posiblemente fue cuando vi por primera vez mi auto rojo. Muy materialista el asunto.
Llegando a mi casa, poniéndome el pijama, desmaquillándome y acomodándome bastante bien en mi escritorio, lista para prender la laptop, mi celular sonó en  tono de mensaje. Era él y el mensaje decía:
-Ambos sabemos de la fragilidad del amor; de su extrema delicadeza. Por algo se trata del bien más codiciado de la existencia. No hay plata que lo compre. Cuando llega, llega. Así de simple.
Y entonces si yo no había entendido nada antes, ahora menos. Pero me encantaba.

¿Quieres leer la primera parte? .Aquí la tienes:
http://cazadoresideas.blogspot.com/2011/11/estoy-como-nunca-parte-i.html

Yo soy Aura, felices fiestas y nos vemos pronto.¡¡¡ Y Buena Vibra!!!
Aura(: