Buenas noches queridos lectores iniciando una temporada más en el blog, me alegra mucho estar nuevamente con ustedes compartiendo los jueves. Hoy hablaremos de un fenómeno ya muy común entre nosotros los jóvenes (y los ya no tanto jeje), el cual trata acerca de que gente más joven que nosotros ahora está teniendo hijos o casándose muy pronto.
¿Alguna vez escucharon aquella frase que decía la tía o abuelita de “Hermano saltado, hermano quedado”?. Supongo que sí y en algún momento de sus vidas llegaron a traumarse con esto por lo que obviamente no querían ser los saltados, entonces sucedió que comenzaron a pensar en el futuro y a trazar un plan de vida (también inconscientemente), enfocarse al estudio, al trabajo o simplemente cada momento de su vida en los tiempos que correspondían, es decir que sin darse cuenta las cosas iban llegando solas, como: El primer beso, el primer novio (a), el primer rompimiento, el primer empleo, nuevas responsabilidades, nuevos retos académicos, nuevas exigencias de vida y la primera experiencia sexual, todo hasta el presente con altas y bajas resultaba tranquilo hasta que se enteraron que su hermano más pequeño, primo, vecino, compañero de escuela, con menos años que tú se casaría, o estaría a punto de convertirse en padre.
En un principio la noticia cae como balde de agua en caso de ser los familiares quienes te saltan, pues empiezas a reflexionar que no sólo ya te saltaron, sino que las cosas a partir de ese momento darán un giro de 360 grados, esto porque comúnmente lo que se espera es que el hijo o primo mayor sea quien adquiera ese tipo de compromisos o se vaya primero de casa, lo que puede representar una decepción familiar y los padres se preguntan: ¿Qué hicimos mal? . Sin embargo a fin de cuentas que el pequeñín haya metido la pata sale sobrando porque cada persona tiene diferentes expectativas de vida, las cuales van acompañadas de las decisiones y responsabilidad asumida ante estas.
Algunas personas me han dicho que los jóvenes queremos comernos la vida de un solo bocado y esto es cierto, queremos aprender a volar tan pronto que vivimos de forma tan rápida en la búsqueda de nuestra propia identidad e independencia, o hasta a veces por presiones ajenas, tomamos decisiones muy precipitadas que tienen consecuencias para toda la vida. Pero si se tienen expectativas de vida bien cimentadas y la convicción de llegar a estas es muy seguro que vivirás la vida en su momento, así que quienes han sido saltados por familiares o amigos no se preocupen porque en la vida siempre hay momentos que llegaran tarde o temprano, por lo que hagan caso omiso a burlas, presión o a que ustedes mismos se sientan mal, pues aún tienen las riendas de esta vida en sus manos, pueden darse el tiempo de divertirse un poco más, de conocer a más personas hasta encontrar a al ideal para ustedes, de pasar tiempo con los amigos, practicar deporte o aprender alguna otra cosa en fin, ustedes decidirán.
ARAS
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