“No amas a alguien por su apariencia, o la ropa, o por su carro costoso,
sino porque canta una canción que solo tu escuchas”
Oscar Wilde
“Nunca, nunca había sentido algo así. Es algo tan increíblemente
extraordinario, que soy afortunada por tenerte a mi lado y poder compartir
tanto contigo”, eso creía. Han pasado dos horribles semanas desde ese incidente
en el café con Rodrigo, la verdad es que ninguno de los dos teníamos el valor
de tomar el teléfono y llamarnos. No es nada fácil, los dos dijimos cosas
terribles.
Llegue con Mariand 30 minutos después de que le llame y me estaba esperando
sentada en la entrada de su casa con el celular en la mano, tenía cara de
angustiada. Yo tendría la misma cara si ella me hubiera llamado llorando como
desconsolada y además le exigía verla. Estacione el auto y baje corriendo a
abrazarla, ahí estaba, era tan su aroma, tan su cabello largo y chino, tan sus
abrazos, tan mi mejor amiga de siempre. Una vez en casa fuimos a su recamara y
le conté todo, ella estuvo en mi fiesta del sábado y aunque estuvo dijo nunca
darse cuenta de los actos de mis tías y de mis papás, o quizá ya estaba muy
acostumbrada a esas cosas. Llore como nunca porque era verdad lo que Rodrigo me
ofrecía en la mirada, no lo iba a encontrar en nadie, era único. No me estaba
tirando a la depresión, es solo que es verdad, el era único y lo que viví con
el pocas veces podrán repetirse, encontrare a peores o incluso a mejores, quien
sabe el destino me lo dirá. Decidí quedarme a dormir en su casa, vimos películas,
comimos palomitas y esas cosas que
supongo hacen las que se quedan sin el mejor novio de su vida. Habite su casa
por tres días, no quería llegar a la mía, eran vacaciones y era libre de hacer
muchas cosas.
Después de dos semanas maravillosas en que me enseño lo lindo que iba a ser
contar con ella tuve que regresar a la realidad. La realidad era que tuve que escoger una Universidad para estudiar Diseño Editorial y
darme cuenta también que estaba a una semana para que Rodrigo se fuera a Madrid,
¿se iría sin despedirse?, lo cierto es que también tenía miedo de ir a una
nueva escuela sin Mariand.
Al final del mal rato que tuve que
pasar nos dimos cuenta que no podíamos vivir la una sin la otra así que la decisión
final fue irnos a estudiar a Guadalajara las dos juntas aunque ella prefería estudiar
Nutrición. Cuando faltaban dos días para
irnos y a Rodrigo tres para Madrid, según mis cálculos. ¿Alguien podría avisarle
que estaba por irme y me encantaría poder despedirme?, por los buenos tiempos. Contarles
este plan a mis padres fue muy descabellado, hablamos como unas 5 horas
seguidas hasta que se convencieron que era lo mejor, hasta que decidí que no había
nada que hiciera querer quedarme.
Estoy saliendo a Guadalajara con todas mis maletas y el
sueño de ser mejor persona, con el aprendizaje de mi primer amor y mi mejor
amiga acompañándome. Estoy sentada en la sala de espera del AICM y mientras
nuestros padres documentan las cosas yo platico con Mariand de lo emocionada
que estamos de llegar a una ciudad completamente nueva.
Por un segundo cuando platicábamos Mariand miro fijamente hacia un punto detrás
de mí, como impactada, me enojo tanto que no me hiciera caso que le di un
pequeño golpe en el hombro y enseguida dijo: Voltea. Eso hice y adivinen. Era él, tenía unas
flores y me miraba fijamente. Era lo que estuve esperando durante un horrendo
mes y sucedió. Me acerque a él.
-Hola
-Hola ¿con que te vas?
-Así es, me voy a Guadalajara.
-Lo sé, la verdad es
que lo sé todo porque no quería irme sin
despedirme. No quería irme a Madrid sin decirte que has sido lo mejor que me ha
sucedido en la vida. Qué bueno que apareciste, me has hecho mejor persona y te
estoy por siempre agradecido. Perdón por lo mal que te la he hecho pasar, perdón
una y otra vez. Eres tan pequeña y me siento mal de haberte hecho sentir tanta porquería.
Me alegra ser el primero aunque me hubiera encantado ser el último. Algún día,
en algún lugar, en el momento correcto, si somos el uno para el otro nos
volveremos a encontrar y esto no será igual, será mejor. Hazla a lo grande y diviértete.
Te veo en dos años cuando regrese de Madrid.
Estaba llorando. Y no por lo que me dijo, si no porque estaba aquí, como si
nada hubiera pasado, como si el tiempo me diera la última oportunidad de volver
a ser uno mismo. Uno más uno siempre va a ser uno. Era una promesa, nos veríamos
en dos años.
-Gracias, tienes que
saber que eres el único, que te voy a extrañar y que yo también soy mejor
persona. Vamos a cambiar al mundo. Te amo, te amo y nadie podrá nunca sepárame
de ti.
Me dio las rosas que traía para mí y esperamos en la sala hasta que mi
vuelo saliera. Recargada en su hombro,
con sus manos agradables que me acariciaban como si fuera de cristal. Fue la
despedida más triste. Con ese último beso que tenia sabor al primero ¿Así es la
vida, cierto?, es verdad el día de hoy ESTOY COMO NUNCA. Como nunca estuve ni estaré.
AURA(:
Partes anteriores:
Parte 1 http://cazadoresideas.blogspot.com/2011/11/estoy-como-nunca-parte-i.html
Parte 2 http://cazadoresideas.blogspot.com/2011/12/estoy-como-nunca-terminar-para-comenzar.html
Aura... Felicidades, aplaudo el sentimiento plasmado a lo largo de esta historia. Fantástico
ResponderEliminarDigo lo mismo
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