domingo, 22 de enero de 2012

La peor injuria: A tu propia sangre

Buenas noches amigos Cazadores. Esta semana en su sección favorita, vamos a dar el primer punto de vista de este tema tan... Social y tan tristemente cierto. La violencia intrafamiliar. Es un tema algo complejo y totalmente multifactorial, pero intentaremos dar puntos de vista para definir, entender y sobre todo, prevenir y corregir este problema mundial y que tanta tristeza genera. Antes que nada recuerden una cosa: Hacer feliz a un niño en una misión divina, sencilla y muy gratificante, por nada del mundo permitan que una persona mala le robe el mejor tiempo de la vida a una persona.

Antes que nada sería importante ponerle un poquito de cifras a todo este problema. Según nuestro bendito INEGI, 1 de cada 3 hogares en el área metropolitana (entiéndase los municipios que rodean la ciudad de México y la propia cuidada)  presenta una manifestación de violencia. Según la definición del mismo organismo, la violencia es toda manifestación de conducta agresiva a un miembro de la familia que van desde gritos, hasta "enojos fuertes" hasta amenazas y golpes. Algo interesante es la estadística de genero, pues según esta fuente, el 91% de los agresores son hombres y sólo 9% son mujeres.

Finalmente y es en lo que quiero fundamentar mi opinión, es el siguiente dato: 44% de los casos de violencia son perpetrados hacia los hijos, mientras el restante es a la pareja u otro familiar (abuelos, hermanos, etc.). Los hijos... ¿Por qué los hijos? La verdad dudo ser capaz de dar una respuesta concreta porque no lo he experimentado, pero supongo que es por diversos factores. La sensación de poder, de autoridad, de que uno vale más cuando es capaz de someter a otro, aunado al jodido estrés de sobrevivir en esta selva, condimentado con el complejo de inferioridad y de frustración que tienen muchas de las personas que se han tratado en lugares especiales de ayuda a gente violenta, son a mi punto de ver las principales causas. La mayoría requieren de una modificación a nivel personal, pero, otras conductas podemos cambiarlas con un arma sorprendente, versátil que relativamente cuesta muy poco. La educación.

Amigo, si tu eres o conoces a alguien que maltrata a sus hijos ya sea verbal, psicológica o físicamente, te suplico pienses en la cadena de violencia que puedes romper, pero por sobre todo, dejen de lado por un instante el egoísmo y aprendan a vivir de la sonrisa de sus hijos, no les nieguen con violencia la probabilidad oportunidad de ser felices. 

Dicho lo anterior, les dejo el espacio a mis compañeros. Nos vemos la próxima semana.

Auf Wiedersehen

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