[Esta vez me enfocaré en cosas “lindas”, pues habrá personas que tuvieron una infancia muy dura y es una gran tristeza, pues no hay nada mejor en este mundo que ver a un niño sonreír. ]
Al escuchar esta palabra: infancia, no puedo evitar sonreir. Esta etapa de mi vida me trae bastantes recuerdos, ¿a ustedes no?, sean buenos o malos es agradable recordar que un día fuimos niños, donde nuestra imaginación era una fuente inagotable, y aquellas cosas simples, como una caja o palos de escoba, lo transformábamos en algo tan grandioso que se nos iba el día jugando.
Jugar… cosa tan maravillosa, donde el único límite sería… emmm… sería un: “¡ya vete a dormir!”, a mi me regañaron muchas veces por eso, y más cuando iban mis primos a la casa y se nos iba el día jugando, aunque a veces eran un poco pesados y salía con moretones y rasguños y uno que otro raspón (ups! Aun tengo marcas), pero no importaba pues siempre me levantaba y seguía adelante.
Así como yo, estoy segura que tendrás anécdotas que contar, probablemente a tus hijos, o nietos, bisnietos, etc. Quizá se asombren, o espanten, ¡qué importa! Hay que disfrutar, y revivir momentos agradables con la familia.
Sé que mi entrada es pobre, este tema están jugoso y hay mucho de donde hablar, por esta ocasión es todo, estos días no han sido buenos para mí, en fin espero disfrutes de los demás días de la semana, no olvides dejarnos tus comentarios, dudas, sugerencias.
Sólo una pregunta: en tu infancia ¿ tuviste un amigo imaginario?
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