domingo, 18 de marzo de 2012

El ejército del sol

Hola muchachos hoy les traigo una linda prosa que he creado estos días, sin más preámbulo disfruten de "El rincón del zorro"


La tierra se abre con estruendo en medio de todo lo que alguna vez quisiste. Miras con terror cada sueño y cada logro ser devorado por las entrañas de un abismo negro. En derredor miras a tus contemporáneos correr y martirizar sus sentimientos con la inútil autocompasión que hace presa a todo ingenuo que ve comprada la vida, que la siente segura y se entiende como su dueño absoluto... que ingenuo es pensar que se tiene dominio sobre algo tan complejo como la vida, que error tan carente de humildad. 

La ignorancia poco a poco rechaza lo que edificamos y el MIEDO nos convierte en sus esclavos. Lo sabe, es consiente, se regodea del poder que tiene pero su dominio no radica en la tierra temblando ni en el fuego que consume y traga la piel de cada condenado, sino en la incapacidad del humano para dominar sus sentimientos, para frenar la descarga hormonal y pensar que a veces hay más situaciones que pelear y que huir.

Miras al cielo y parece estar cayendo a pedazos, parece desplomarse sometido al mismo reino de terror que se extiende en cada centímetro de  lo que antes fueron praderas y montañas y que hoy se han reducido a yermos campos y huesos apilados. El cielo sangra, el cielo llora, el cielo simplemente se rinde ante un mundo que carece de sueños y cuyo único empuje es lo abyecto del nuevo soberano. El cielo lamenta la caída de la fé, el cielo simplemente se entrega sin reservas a la beligerante y pervertida naturaleza del hombre que sabe que sus actos quedarán impunes.

El último ejército de valientes se planta a lo lejos, y sus refulgentes armaduras esconden su frágil desnudez, haciendo un poco más estrecha la brecha de su duda, que si bien, es sólo una, es más grande que la sumatoria de todas las demás. La victoria no es una posibilidad, es más bien la terquedad de tonto, es más bien el capricho de un  necio. Sus piernas y sus pasados tiemblan, saben que pronto perderán su función, pues a donde van dejarán de ser necesarios. Sin embargo, la clave no son las piernas, no son las espadas ni son las terribles fuerzas a las que se enfrentan. La clave son los ojos.

Los ojos de esos hombre traducen no sólo voluntad, sino fiereza. Esa diminuta escritura en un idioma olvidado que reside en pupila e iris de cada humano cuenta historias épicas de batallas titánicas y glorias infinitas, historias donde la ignorancia y el prejuicio son vencidos, historias en las que el tambor de la concordia y el clarín del amor se alzan en un himno terrible que abate toda señal de muerte, toda señal de odio y de infelicidad. Por eso los rostros de cada miembro de ese ejército conjuga el honor y la valentía que fulgura en sus miradas con una amable y sincera sonrisa, porque saben que a pesar de que, sin duda, la niebla del Hades cubrirá sus ojos, igual tendrán el privilegio de exhalar el último aliento al lado de sus hermanos y gozando de un valor que su enemigo no conocerá por el resto de la eternidad: EL HONOR, el Honor de dejar el corazón en cada cosa que se hace, el honor y la alegría de hacer lo que se predica.


PD: Dulce, te dedico este escrito a modo de celebración por tu cumpleaños.

5 comentarios:

  1. inevitablemente tu forma y estilo de escribir primo (: muy bien, hoy ha sido un dia un poco cansado, atareado y me has hecho la noche, te quiero! Gracias.!

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  2. Rommel Felicidades Por este Blog que has Escrito enrecio, Impresionado, se ve que le pusiste mucho empeño Felicidades (:

    Edgar Gabriel

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  3. Muy bueno, creo que no había leído nada tuyo hasta ahora, me gusto mucho. Felicidades :)

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  4. Vaya, que intenso. Sin embargo, nada de lo que se cree eterno lo es. Todo cambia y llegará el momento en que esa aberrante "realidad" se caiga por el mismo peso de su maldito ser y de nuevo comenzará una batalla, más feroz que nunca, donde se decidirá de nueva cuenta quién gobernará al mundo. No seremos nosotros, posiblemente, pero si educamos a los hijos con las mismas enseñanzas que nuestros ancestros, la esperanza nunca morirá y la victoria se acercará más.

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  5. un extraordinario escrito, sin embargo cuidado con las faltas de ortografía.

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