domingo, 27 de febrero de 2011

Liebre-me del mal

Hola y bienvenidos a "El rincón del Zorro" (originalmente la madriguera pero por mis huevos le puse el rincón).

Esta semana quiero hacer patente que nuestras amadas presas (ideas) pueden venir en mil envolturas diferentes. Algunas son musicales, algunas son literarias algunas son SUEÑOS, algunas presas no son nuestras pero nos aprovechamos de que alguien mas las hirió para regodearnos en la gloria de cazarlas.  Pero dejemos de andar con rodeos. Está ocasión no habrá análisis de tema alguno, el analisis se los dejaré a ustedes y me limitaré a escribir una idea que surgio de manera algo rara. Es una especie de fabula o... no se, sólo lean y ya.

El muchacho se despertó, su boca tenia un desagradable sabor a hierba pero su nariz se regocijaba con olor de tierra húmeda. Le dolía la cabeza, y sentía pegajoso el cuello y la mano derecha. Un vistazo rápido y si... era sangre, seca y poco abundante, nada de riesgo, pensó.
La pesadilla comenzó cuando se fijó en el lugar en el que estaba, era cómodo, una cama, al lado de una ventana grande. "Desde aquí es de donde percibo ese rico aroma" pensó el muchacho. 
De pronto se le ocurrió fijar su vista en derredor y vio algo que le heló la sangre. No porque fuera un espectáculo grotesco, sino porque jamás imaginó ver algo parecido.
Era un conejo.
Un conejo coquetamente vestido, con un saco de color verde y una camisa color rojo debajo del saco. No llevaba corbata y tenia el botón superior desabotonado. Le pareció lindo verlo ahí, sentado como lo hacen los humanos, "que ternura" pensó. El conejo reparó en que el muchacho lo miraba y le devolvió la mirada ladeando la cabeza como hacen los conejos. Miró un instante su platito del cual estaba comiendo y con manos perfectamente antropomórficas pero llenas de pelito balnco, tomó un trozo grande de carne y se lo arrojó al muchacho. "Supongo que tendrás hambre, toma, come un poco, es un delicioso filete de perro... lo cacé esta mañana" le dijo el conejito.
La tripas del muchacho se revolvieron y no pudo ocultar su estupor, tenia enfrente a un conejo que estaba devorando a un perro... Nada tenia sentido. 
Su primer impulso fue salir corriendo pero se sentía mareado y no pudo dar dos pasos sin tambalearse. El conejo se apresuró a ayudarlo, aun con un bocado de perro entre los dientes, le ayudó a incorporarse y cuando sintió la pata peluda tuvo mucho miedo, pero mientras el conejo le hablaba, el miedo se apagó. El conejo decía cosas sin coherencia pero no parecía agresivo por lo que comenzó a verlo sin recelo.
El muchacho tomó confianza y le dijo que era una criatura muy extraña, que nunca había visto algo como el, que en su mundo los conejos no hablaban, era mucho más pequeños y no comían carne.
El conejito reparó cuando escucho esto ultimo. Lo miró y el muchacho de nuevo sintió un horrible escalofrío  cuando le dijo: "Ahora que lo mencionas, no tenemos criaturas como tu en estos lares... Me pregunto ¿a qué sabrá tu carne?"...

 Nos vemos la próxima semana, no olviden dejar su comentario acerca de que les pareció o que les hizo sentir este escrito vale?
suerte a todos y sean felices
Auf Wiedersehen 

4 comentarios:

  1. te admiro primo... quedo realmente bien, Felicidades

    Mariana.

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  2. ps simon esta padre men chido ¡¡felicidades!! jeje xd =) soi carlos

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  3. wooouu genial rommel nethaaa ♥ @ txusa maggot sama cullen corleone

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  4. Sobrevaloramos lo que pensamos o creemos acerca de la personalidad de alguien y muchas veces no somos siquiera un motivo en quien pensar para esa persona. Pero es la realidad del ser humano, porque demonios no soy mejor conejo? jejeje...

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