Existió alguna vez, en algún lugar alguien muy especial, cuando esa persona reía, yo lo hacía, al llorar esa persona yo lloraba, cuando para mi la fe se había perdido, esta persona me ayuda a recuperarla. Esta persona para el resto no tan maravillosa, mientras que para mi entre una mezcla de sabiduría e inocencia, influye hasta el día de hoy siendo aún parte de mi ser. No cabe duda que resulto sin proponérselo en las mejores cosas que pudieron pasarme.
Aún recuerdo en nuestra primera vida, cuando corríamos en la fábrica de felicidad, me hablabas de todo lo tuyo antes de mí y yo te escuchaba porque a tu lado nunca me aburría, siempre había algo bueno que contar. No existía el tiempo en aquél lugar tan colorido, no había odio, tampoco dolor. “Nuestra buena vida era simplemente eso”, hasta que simplemente paso….
Aún recuerdo la última vez que nos vimos vivos, te veías tan radiante como siempre, tu sonrisa era diferente (si hubiese sabido, no te dejaba salir), ya no recuerdo como vestías, pero sí lo último que me dijiste: “ADIOS”, el tono en que esa frase helo mi cuerpo nunca sería como aquél que fundió mi alma. Eran las 6:45 de la tarde cuando una noticia cambio por completo el mundo que considere hasta entonces perfecto, te habías marchado para nunca jamás volver, lo último que recuerdo de esos momentos fue que Salí corriendo porque no entendía lo que ocurría, todo era tan rápido que al darme cuenta, pude ver mi propio cuerpo ahí yaciendo en el piso de un oscuro callejón…. Me habían asesinado y sabes qué fue lo más estremecedor, saber que ellos te habían asesinado a ti.
En el limbo todo era extraño no encontraba la luz hasta que tu nuevamente llagabas al rescate, si pasaríamos el resto de la eternidad juntos (eso creí), porque después de un tiempo fuimos seres nuevos, esta vez simplemente conocidos, hasta que una charla, de esas que surgen espontáneamente y me di cuenta que eras todo lo que a mi vida le hacia falta: Nuevamente nos encontrábamos, viendo todo lo que en nuestra anterior vida habíamos prometido, veíamos que para todos el futuro era lo más importante y sin embargo a nosotros no nos importaba. Hasta que la última vez que me viste con vida, estaba en un sofá, respirando el último instante de mí ser, pues sufrí un infarto. Tú rehiciste tu vida y cuando el momento justo llegó nos volvimos a encontrar, esta vez yo fui por ti.
El nuevo lugar era menos oscuro que el anterior, este irradiaba tanta luz que era indescriptible aquello. Fuimos locos en aquel universo fuera de las dimensiones humanas, éramos más que materia, ambos convencidos que estábamos destinados a la eternidad nuevamente nuestras almas bajaron a la tierra para volverse a encontrar, esta vez éramos familia, no importaba eso porque de todos modos te amaba por sobre todas las cosas. Tu me defendías de todos los que me intentaban dañar, como siempre fuimos tan unidos, hasta que crecimos y cada quien se fue con su cada cual (o eso creíamos), los negocios turbios que en esa vida tu amante hacía te llevaron a la quiebra y te suicidaste. En un ataque de odio y dolor por lo que te había ocurrido yo elegí un mal camino que me convirtió en la representación de todos los miedos que los humanos pueden generar, pase por quien se me pusiera enfrente, utilice y deseche a todos sin importar de quien se tratara, solo quería vengarme y lo hice, pasaron los años y morí al estar en una riña.
El nuevo lugar al que fui no era oscuro, vi lo peor de mis pesadillas, la gente que tanto utilice y dañe persiguiéndome, era un ambiente turbio, lleno de tristeza y pesar, no se cuanto pase ahí y hubiese enloquecido si tu como un caído del cielo no llegabas a salvarme. Sin embargo esto tuvo un precio, jamás nos volveríamos a encontrar en el mundo terrenal por lo que yo había hecho, llore, pedí piedad, más no resulto, lo único que conseguí fue bajar a la tierra para corregir el error que había cometido en aquella vida y quizá en alguna otra se consideraría nuevamente volvernos a unir. Desde entonces han pasado 4 vidas y cada vez que bajo a la tierra nuevamente tengo la esperanza de volverte a encontrar….
Una vez conocí a alguien, cuando reía yo reía, al llorar, también yo lo hacía y sin importar la distancia o las vidas que reencarne aún aguardo por quien es todo para mi.
wow!
ResponderEliminares hermoso lo que escribiste.
Me identifiqué mucho con la primera vida.
Felicidades cazadora!!
aLe
OMG!
ResponderEliminarSimplemente magnifico, no puedo expresar un comentario digno de tu persona, realmente tienes un don para escribir, espero sepas cultivarlo para poder deleitarnos con mas escritos como este. Muchas felicidades!
Bathory