El valor de pararse a hablar en frente de más de 300 personas. La presión de no poder recordar todos los diálogos. Los latidos cuando estás tras bambalinas. El sudor de los nervios al ser iluminado por un reflector. El orgullo de la ovación que recibes del público. Eso, y mucho más, es el teatro para mí.
Hablando de artes, todos podemos diferir en opiniones y preferencias. Pero al final, todos tenemos un arte predilecta que se ajusta a nuestra forma de ser. Pude haber escrito sobre la escritura, la danza o la música. Pero decidí teatro, por que logra combinar de una manera tan sutil y tan hermosa. Es por eso que es mi pasión.
Sé que se tiene la fama de que los actores somos terriblemente insoportables, orgullosos y ególatras. Pero como pasa siempre, están generalizando. El teatro no trata del papel protagónico, del dinero, la fama o las mujeres. El teatro para mí, es mucho más que eso.
“No hay papeles pequeños, hay gente pequeña” Decía mi profesor de teatro, quién también resultó ser un excelente amigo. Déjenme decirles que en mi grupo de teatro fue donde conocí a mis amigos más confiables.
El teatro no solo imita o interpreta algo. Tiene la capacidad de hacer lo imposible, realidad.
El actor no debe de actuar, irónicamente. Debe de tomar el papel y adaptarlo a su personalidad. Esto para formar un personaje más natural.
Podría seguir hablando maravillas del teatro, pero la verdad es que ninguna descripción podrá alcanzar las sensaciones que provoca este arte.
Es por eso que a pesar de que me encantan varios tipos de arte, ésta sigue siendo mi favorita. “El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana. “ Federico García Lorca
Richo
No hay comentarios:
Publicar un comentario