Hablar de política me resulta tedioso, puesto que nunca le he tomado interés; sin embargo, haré un esfuerzo y me enfocaré en hacer un pequeño “análisis” del porque las personas no creen en la política cuyo fin es dirigir, organizar a la sociedad para su beneficio, he ahí la clave… beneficio.
Muchos de nuestros gobernadores, en su camino por ganar la candidatura, durante sus campañas nos muestran una imagen tan esplendorosa, hablándonos bonito, prometiendo que harán un cambio a la comunidad o ya en casos extremos al país…porque el pueblo lo merece. Se me hace tan increíble ver como personas por unos cuantos pesos o asensos en el trabajo se dejan convencer por gente de estos futuros gobernadores para que los apoyen y voten por ellos, creo tener una respuesta para ello: necesidad, que es el medio más cruel que pueden tomar estos hombres para obtener lo que quieren, el poder. Por supuesto la gente se da cuenta de esto, me pregunto: ¿Qué hacen? Ceder a esto, denunciar…
Ver en la televisión como las multitudes aplauden, gritan, se emocionan por tanta basura que hablan los futuros representantes me provoca repulsión, pero que tal cuando son elegidos nuestros “dignos” representantes y se dan cuenta que nada de lo que decían es sus campañas han cumplido: que pasó con las calles alumbradas, con las calles que iban a pavimentar, que pasó con el transporte seguro, tantas y tantas cosas que prometían…ninguna de ellas las cumplieron, es ahí cuando escucho: para la otra no voto por él.
Pienso que otro factor importante por el que nosotros los mexicanos hemos perdido el interés por saber que pasa en la política son los medios de comunicación, ellos con su buen manejo de la información, el atiborrarnos de tantos spots políticos es desagradable.
Todo lo anterior lo único que ocasiona es la pérdida de credibilidad, confianza, respeto por la gente que está en este círculo llamado política, donde el objetivo no es el ayudar y tomar decisiones para el beneficio de la sociedad, sino el cumplir con intereses particulares y deleitarse con este platillo delicioso llamado: poder.
Por Alexa
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