Bueno, entremos en materia porque lo que tengo que decir es corto pero conciso.
La contaminación es culpa de todos, de eso no hay duda. Haciendo una analogía, es comparable con un video que miraba por la tarde donde un tipo hacía reflexión de la situación del país y achacaba la culpa de todo lo que ocurre al reflejo que encontraba en el espejo. Según su pensamiento él es el responsable de la situación del país, de la ineficiente política que se práctica en el mismo y tiene razón. No puedo discutir que tiene razón el muchacho porque la conformidad y la desidia (la desidia hija de puta) es la causante de mucho de todo lo jodido que vemos y ese sentimiento, esa actitud la engendramos y la gestamos en nuestra propia mente.
Sin embargo, haciendo introspección de esa idea me surgen inquietudes nuevas porque hay una infinidad de escenarios en los que yo no me siento el responsable de las cosas que pasan. Es decir, desde que era niño y denunciaba a los que tiraban basura y me regañaban por es un soplón (si ya se... abureenme como quieran). Al crecer me educaron para censurar cuando alguien contamina, incluso algunos proyectos de la primaría incluían una maqueta de como las empresas contaminaban. En esos días los "playmobil" (juguete de antaño) que representaban a los de la fábrica eran los peores demonios, unos tiranos que mataban peces y al ozono (que yo me imaginaba como un dragón azul gordito) por unos simples billetes. Lo contradictorio de todo es que tanto en la escuela como en casa me inculcaban que tu vida no vale un carajo si no haces dinero. Ohh triste realidad de los dobles mensajes de la educación.
Lo que quiero dar a entender es que para combatir este problema y cualquier otro, primero tenemos que fijar la atención en lo que queremos vencer, pero ¿cómo fijarlo si llevo 21 años de mensajes cruzados donde el malo de la película se alterna al cambiar la clase? Es decir, el que era la bestia en clase de ciencias es el benefactor en la clase de economía. Necesito... no EXIJO que de una vez y por todas, como humanos y no como científicos o como ideólogos políticos nos pongamos a charlar a fondo y poniendo cartas sobre la mesa, porque no se si nos damos cuenta pero antes que religioso, antes que médico, antes que ingeniero, antes que economista, antes que chef o que pinche, antes comediante o rémora inservible de la sociedad (referencia a los políticos) somos humanos, HUMANOS y eso significa que somos sociales y que lo que afecta a uno, lo hace con todos. La realidad es que la contaminación no es una amenaza ecológica, lo que me pone a temblar es que es una amenaza a mi especie, a nuestros logros y a nuestra historia. Señores, es tiempo, hagamos algo y empecemos desde la educación que se le da a los hijos, porque está es una oportunidad que si se pierde nos chinga y nos devolverá una bola podrida, una bola que será la condena de muerte de todos nosotros.
Auf Wiedersehen
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