"Me basta mirarte para saber que con vos voy a empaparme el alma."
Julio Cortázar.
Hoy es el domingo después de
la fiesta “grande” que les conté. Quede de verme con Rodrigo en un café a mitad
de nuestras respectivas casas, por primera vez después de tanto tiempo sentía nervios,
por verlo y por lo que resultaría del futuro. Antes tengo que contarles que la
fiesta de ayer resulto un desastre, mis tías son las típicas santurronas
incapaces de ver a alguien feliz y que se enrollan como víboras para soltar su
veneno. Hicieron toda mi fiesta imposible, Rodrigo tuvo cara de miedo y mis
padres no fueron capaces de defenderme tantito. ¿Ahora comprenden porque tengo
tanto miedo? Yo no podría estar en una familia donde los zapatos eran un
prejuicio. Siento pena por Rodrigo, pero ¿acaso alguien siente pena por mi?, yo
no decidí nacer en esta familia a mi me queda más que soportar, pero él, el no
tiene que aguantarle nada a nadie ni por “amor”.
Llegue al café, no había
llegado aun, que alivio otra vez podía escoger mi mesa favorita y prepararme
mentalmente para lo que venía aunque para ser sincera, no sabia qué venia. Escogí
una terraza muy bonita, pedí dos tés fríos y al menos si se iba a dar el drama
del año nadie me vería llorar como estúpida o gritar como neurótica.
Después de diez minutos. Lo
vi a lo lejos, estaba vestido de café combinado con beige. Enserio no se que tenía
que me hacía verlo con tanto amor, parecía que brillada a lo lejos y ese viento
que siempre estaba a mi favor, moviendo como acariciando su cabello un poco
largo por el paso del tiempo. Me vio por fin y alzo la mano en forma de saludo,
con esa sonrisa linda. Algo tiene y no sé que es. Se acerco y dijo:
-Hola. Enseguida me dio un beso tierno y como si
fuera el último
-Hola. Sonreí.
-¿Qué tal el trafico?
-¿Es enserio?, tu primer pregunta va a ser acerca del tráfico en la ciudad.
Me quede en silencio y un
poco seria. Es enserio que me vas a hablar así. Yo se que las mujeres somos muy
extrañas pero los hombres deberían entender que ninguna mujer nunca estará preparada
para su indiferencia. Interrumpió mi pensamiento.
-Ximena tienes que saber que yo te quiero mucho.
Que soy feliz de estar contigo. No sé qué es exactamente lo que estas esperando
de mi pero si somos pareja necesito que tomes esto un poco mas enserio, tuve el
peor fin de semana en tu casa y sé que no es tu culpa, pero necesito saber un
par de cosas antes de seguir. En primera quiero saber que no soy un juego ni un
“mientras-tanto”, quiero que me expliques quien es Marco, necesito saber que te
importo por una vez en tu vida, ¿algo te importa acaso?
Si, era muy enserio que me iba a hacer esto.
- - Era
lo que me faltaba, no sé que pienses al respecto pero no estás confiando en mi.
No fue mi culpa todo lo que te paso el fin de semana y te pido una disculpa
aunque no debería hacerlo. No sé quien es Marco y tu dime, ¿Qué se siente andar
con una escuincla que no sabe lo que quiere? No estoy entendiendo Rodrigo. Nunca
he dudado de ti y lo que no esperaba es que tú dudaras de mí. Quizá mis actos
nunca estén conforme a lo que digo pero lo que siento es intocable y que seas… (voz
entrecortada) tú quien haga todas estas preguntas me resulta difícil.
No comprendo cómo pude terminar esta última frase,
mis ojos estaban llenos de lágrimas y no, no iba a llorar frente a él. Marco es
el típico hombre con quien mi padre quisiera me casara pero nunca lo lograría y
estoy segura que alguien le dijo a Rodrigo que él era “mientras-tanto”,
mientras Marco lograba graduarse y darme una buena vida. ¿Es enserio? No, me rehusó
a creer que es el Rodrigo que yo conocí hace casi un año. Sera la crisis del
año. O ya no me quiere. Retome:
-Yo
no sé que esperas tampoco de mi, esperabas a alguien que los hombres no miraran
nuca, esperabas a alguien de 24 años, esperabas acaso una vida juntos. Soy joven y no tengo experiencia, tengo 18 años y no quiero una vida juntos lo único que quiero es que me puedas dar lo
mejor de ti y si no puedes entonces yo tampoco. Entonces no quiero nada
Rodrigo.
Después de algunos minutos de silencio y que se
dio cuenta que una mujer estaba a punto de llorar (el mayor miedo de los
hombres), dijo:
- - Perdón
por esperar algo de ti, perdón por hacerte perder tu tiempo. Deberías pensar un
poco antes de hablar, estás segura que deseas terminar así. Tienes que saber
algo más, me dieron una beca en Madrid, me voy en un mes.
- - Estoy
pensando pero también siento, y me está doliendo. No estoy terminando nada,
estoy intentando que te des cuenta de lo mucho que te quiero. Vete, seguramente
aquí ya no hay nada que te detenga, has lo que siempre soñaste y mucha suerte.
Me levante y me fui. Entre a mi auto y mil memorias me pusieron la piel
chinita. No aguante mas y solté el llanto, lo segundo que hice fue llamarle a
Mariand y decirle que necesitaba verla. Me dijo que me calamara y que manejara
con cuidado hasta su casa, me iba a estar esperando. Sus abrazos eran
reconfortantes, sus palabras arreglaban mi alma, era lo que necesitaba. Al final
Rodrigo se iba a ir y yo como desde el principio solo tenía a Mariand, a mi
mejor amiga.
AURA(:
Me despido por esta semana. Este es el penúltimo capitulo de "Estoy como nunca" y les dejo mi sorpresa que les prometí: MI BLOG PERSONAL. Pasen a visitarlo, pronto encontraran cositas que les encantarán http://esperanzasytemores.blogspot.mx//
¿Todavía no has leído las partes anteriores? Aquí te las dejo.
Parte 1 http://cazadoresideas.blogspot.mx/2011/11/estoy-como-nunca-parte-i.html
Parte 2 http://cazadoresideas.blogspot.mx/2011/12/estoy-como-nunca-terminar-para-comenzar.html
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