Hola.
Sean bienvenidos a esta, decadente y sumamente "mainstream" sección de su Blogg favorito: El rincón del Zorro. El día de hoy voy a tratar este tema (jodido tema del cual soy un autodidacta nada orgulloso) desde un enfoque no puramente sentimental, sino de daños colaterales que ocurren cuando terminas con una relación de novios.
Los rompimientos son una cosa horrorosa y lo sabemos todos. Aunque hay veces que son una necesidad para no terminar mordiéndose e incluso hay veces que se siente un gran alivio cuando las relaciones terminan llegando hasta sentirse feliz. Pero en mayor o microscópica proporción, uno siempre sufre aunque sea de manera refractaria, cuando las relaciones se pierden.
Hay muchas cosas que uno no se detiene a pensar. Por ejemplo, cuando las relaciones se terminan y te das cuenta que esa persona te regaló algunas cosas... ¿Qué haces? ¿Se las regresas arriesgándote a un drama? ¿O te las quedas aunque te puedan traer malos recuerdos y te puedan decir interesa@? Es una cosa bastante común, y las historias son muy variadas, hay personas que han hasta quemado los regalos y "detallitos" que alguna vez le hicieron sonreír, personas que los venden, otras que se los quedan. Personalmente veo muy mal regresar las cosas, pero si es lo que te funciona, creo que es mejor hacer eso que verte sin clase y terminar vendiendo todo.
¿Y cuándo hay dinero de por medio? Uuuuyyy. Es otra historia horrible. Porque los jalones, griterías y demás, nunca tienen a ambos como ganadores, siempre uno de los dos queda como un pendejo interesado.
Pero si hay algo que me parece muy jodido cuando una relación termina, es que uno se quede con amor en el corazón mientras el otro ha abandonado por completo esa idea. Es algo extremadamente común y en el peor de los casos (hablando de propia experiencia) sientes que el mundo se derrumba, cuando te sorprende en un momento en el que varios factores golpean tus cimientos. Maldices tu propio nacimiento, el día en que te enamoraste y cada beso que te arrancó del suelo. Deseas gritar y moler la cara de quien le hizo cambiar de idea, del desgraciado o desgraciada que se atrevió a conquistar tu razón de ser apartándola de ti. Y aunque cuando miras al cielo siempre parece más negro, hay algo que ayuda y te saca de ese dolor: INERCIA, SEGUIR ADELANTE a pesar de cualquier pesar, mantenerse en movimiento y no dejar que nada ni nadie deteriore tus sueños. En un momento u otro eso va a permitir que las lágrimas muten en sonrisas para finalmente dejar de lado lo ocurrido y volver a mirar al cielo, para descubrir que se volvió a tornan Azul.
Bueno, eso es todo de mi parte esta semana y recuerden... Manténganse en movimiento.
Auf Wiedersehen
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