El canto de los caidos

Hola Compañeros cazadores (y mercenarios que nos aumentan el número de visitas). Ya se que esta semana es de descanso, pero quiero compartirles algo que escribí recién. A diferencia de la basura que venia haciendo intentando rimar, esta es una prosa, una prosa bastante extraña. Nació pensando en un mundo sin vida, sin razón de ser y terminó... bueno, descúbranlo ustedes

Lágrimas del destino corren por las mejillas de la desesperanza, mientras la soledad se revuelca en la podredumbre de los sueños truncados. En el horizonte se dibujan la silueta del fracaso y se apodera lentamente del firmamento completo, donde pronto será luz y calor de todos los que se cobijen bajo su lúgubre manto. 

La sangre se seca en el pasto, hace meses que no vemos una gota de rocío, mientras los ríos y mares traen hasta nuestros oidos historias de desolación y muerte, al tiempo que los árboles se sacuden al ritmo de la melodía orquestada por la Derrota. 

En un rincón, sufrimos y maldecimos, al momento pensamos en la conveniencia de dejar de pelear, abandonarnos a las furtivas bestias que nos acechan, destellos pintan el bosque de rojo y se confunden con el manto celeste. Las hadas devoran al instante todo intento de pensamiento libre y los corazónes se detienen al unísono, lo que anuncia el festín para los devoradores de almas.

De pronto recuerdo tu rostro y tus labios, mi pecho canta de nuevo y me pongo de pie mirando al cielo trazando una sonrisa aplia en mi boca, porque se que esa Derrota no tiene oportunidad alguna frente a alguien enamorado.

Enamorado de la vida, enamorado del sonido de la risa, enamorado del calor de la victoria. Enamorado de ti.