El día abrileño sentenciaba dolor. Sin saberlo, yo me
encontraba ilusionado, pues de ti me había encariñado. Pase la mañana pensando
en ti y en lo que significabas para mí. Al llegar la tarde decidí salir a
buscarte. Después de mucho caminar logre vislumbrarte. ¡Estabas tan hermosa!; sin embargo un
profundo pesar se apodero de mí al ver que te dirigías a una cantina con aquel
hombre al que una vez temí. Después de unos minutos… entré… ¡Que profundo
dolor! Las lágrimas surcaron mis ojos, borrosa quedo aquella imagen de ti con
otro hombre, presuroso camine hacia la salida.
En estado pusilánime fui vagando sin rumbo fijo, tratando de
no pensar en lo que había visto; por fin llegue a la playa y llore, llore
mucho.
Horas más tarde me encontraste junto al mar y no tardaste
mucho en deprecar. Yo dude de tus palabras, yo dude de tu mirada, no sabía si
te encontrabas en un “delirum tremens” de aquellos que suelen darte cuando
tomas demasiado.
Fingiste demencia, te acercaste hacia mí y me besaste, me
besaste con tus labios suaves y rojos como el jaspe…
¡Qué decepción! ¡Qué
herida tan profunda me has causado! ¡Qué grande es mi desolación! No imaginas
como mi alma se ha vaciado. Yo guardaba en tu imagen un concepto dechado y
lleno de virtudes. Yo quisiera declamar lo mucho que pude haberte llegado a
amar, las noches que pudieron llegar a ser contigo junto al mar…pudieron ser,
pero jamás serán. Me soñaba junto a ti en una relación feraz que fuera
creciendo poco a poco, pero fue cayendo ese sueño en decadencia, pues hoy me
has herido y negado la oportunidad de poderte amar… jamás tu culpa podrás
expiar.
SI algo tengo que
execrar no es a ti, si no a mí mismo, por llegar a creer que la relación con
aquel hombre acababas de fenecer. Fui un iluso al creer, que pronto en mis
brazos te podría tener.
Hoy solo me queda la
estela de un amor que jamás llego. Para ti fue solo un pasatiempo. Me besaste
por despecho…
Todo aquello lo pensé al momento de besarte, mas no lo dije,
jamás te lo dije. Yo sabía que por más que mucho me besaras, jamás podrías
amarme, es por eso que al irte, me tumbe en la arena y quede exánime…
No hay comentarios:
Publicar un comentario